¿Qué es la estrategia de integración vertical?
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- Julio 2024
- Fecha de publicación
- Julio 2024
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_ESIC Business & Marketing School
ESIC Business & Marketing School.
La integración vertical se produce cuando una empresa se ocupa de actividades que hasta ese momento había delegado en otras. Hay dos caminos para llevar a cabo esta estrategia de integración vertical: se puede crear ese departamento en cuestión o adquirir otras empresas que ya se dediquen específicamente a eso. Si ocurre esto último, se pueden autoabastecer en cuanto al suministro de materiales, así como hacerse cargo de las tareas relacionadas con la distribución de los bienes que produce.
En función de las actividades que quiera gestionar una empresa, la integración puede ser hacia atrás (cuando adquiere las funciones de proveedor) o hacia adelante (cuando se hace cargo de las funciones relacionadas con la distribución y venta de productos, ya sea al consumidor final o en modo mayorista).
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La integración también se puede denominar compensada cuando la empresa matriz contrata empresas subsidiarias que hacen las veces de proveedoras y a su vez cuenta con otras que se encargan de la distribución o venta. La mayoría de las multinacionales utilizan este modo de gestión. Un ejemplo de una buena estrategia de integración vertical compensada sería Inditex. La multinacional española diseña, produce y comercializa sus productos bajo el mismo grupo empresarial desde hace algunos años.
El objetivo que persigue esta integración vertical es controlar y explotar todas las actividades relacionadas con el ciclo de producción de un producto o servicio.
Tipos de integración vertical
A la hora de comentar la integración vertical, tenemos que saber que existen diferentes ejemplos que podemos llevar a cabo.
Integración vertical hacia atrás
Este tipo de integración vertical es posible si la empresa adquiere o se asocia a otra para abarcar las fases previas a la producción del bien o servicio que venden. Es decir, se hace con la fase previa de producción para ser el dueño de la primera fase del proceso. Así, no solo logran una visión más amplia del proceso, sino que también consiguen continuidad en el suministro de materias primas quitándose la dependencia de externos.
Integración vertical hacia delante
Al contrario que en el caso anterior, este tipo de integración vertical se ejecuta cuando la empresa es propietaria y/o maneja las fases del proceso productivo más cercanas al cliente. Esto incluye la disposición de centros logísticos y canales de distribución propios para poder controlar el envío del producto y dejar de depender de externos, siendo además, dueño de la experiencia de cliente que proporcionas y de los datos que te deja al recibir el producto.
Integración vertical compensada
En esta ocasión, hablamos de una empresa que cuenta con otras, propias o asociadas, que se encargan de producir y distribuir los productos. En este caso, la empresa en su conjunto es dueña de todo el proceso logístico y comercial, por lo que toda la información que recibe es interna. Aun así, es algo complejo de llevar a cabo por el coste y esfuerzo que supone, aunque empresas como Inditex son el ejemplo de que es una opción posible.
Diferencias entre integración vertical y horizontal
Ambas integraciones se crearon para conseguir enlazar los procesos de producción y ser más eficientes en el negocio. Ahora bien, existen varias diferencias entre las dos. Por un lado, la integración horizontal se define como la interconexión entre máquinas, elementos de equipamiento o unidades de producción individuales. Mientras, la vertical va más allá de los niveles jerárquicos tradicionales.
Esto quiere decir que mientras la horizontal garantiza que funcione la maquinaria, los dispositivos y los procesos, la vertical utiliza datos de producción para tomar decisiones sobre el negocio, contratación y otros datos concretos.
Los motivos para apostar por la integración
Son varios los motivos para apostar por una estrategia de integración vertical. En primer lugar, obtienes mayores economías de alcance. Esto se produce al aprovechar mejor recursos que pueden compartir varios departamentos.
También se produce una reducción de los procesos intermedios. El ejemplo más evidente es el de la logística, al controlar la empresa todo el proceso. También se produce una reducción en los costes de transacción, es decir, en los costes en los que se incurre al realizar un intercambio económico.
Como consecuencia, el resultado de las acciones anteriores es una obtención de mayores márgenes y mayor rentabilidad del negocio. Uno de los ejemplos más exitosos de integración vertical es el de Apple. La empresa tecnológica se encarga de la casi totalidad de los pasos a la hora de producir y comercializar sus productos: desde la fase de diseño hasta la distribución, pasando por la producción de los componentes electrónicos, el ensamblaje en sus fábricas o la promoción de su comunicación.
Ejemplos de integración vertical
Aunque ya hemos mencionado alguno a lo largo de este artículo, vamos a detallar algunos ejemplos que nos ayudan a entender mejor el concepto de integración vertical.
Inditex
La compañía lleva unos años siendo propietaria de todo el proceso de producción, desde el diseño de los productos, hasta la venta, pasando por todas las etapas que una empresa textil tiene entre medias, incluida la logística.
Netflix
La plataforma de contenido nació como un escaparate de películas de forma que los usuarios pudieran verlas cuando dispusieran de tiempo mediante una suscripción mensual. Con el paso de los años, la propia compañía ha empezado a producir sus propios largometrajes y de esta forma, ganar en márgenes a las productoras.
Apple
Desde 2001, Apple realiza este tipo de estrategias, que coincide con la apertura de su primer Apple Store. Gracias a la estrategia, la marca no solo vende sus productos a través de terceros (que sigue haciendo), sino que da otra opción a los consumidores para hacerlo de forma interna a través de especialistas en su producto.
Ventajas de una estrategia de integración
Hay que advertir que la integración de una empresa es una tarea ardua y en ningún caso hay garantía de éxito. Son varios los ejemplos de fracaso de la integración, como bien saben en Microsoft tras la compra de Nokia o en Google con Motorola, pues ninguno de los dos gigantes tecnológicos supieron integrarlos en sus estructuras. Pese a todo, estas son algunas de las ventajas de llevar a cabo una estrategia de integración:
- Reducción de costes
- Control de la cadena de producción
- Mayor presencia en el mercado
Reducción de costes
Esto se logra con la eliminación de los intermediarios en la ecuación. Al no depender de terceros, somos capaces de ahorrarnos ese sobrecoste al precio que nos hayan puesto, mientras los sustituimos por nuestra propia mano de obra.
Control de la cadena de producción
Con este mayor control de los procesos se consigue que la comunicación y los objetivos de cada una de las estaciones de producción estén más coordinados. Si la fabricación corre de tu cuenta, tienes un mayor control sobre la producción o si tienes tus propias tiendas, podrás colocar tus productos y diseñar cómo los presentas.
Mayor presencia en el mercado
A mayor control sobre los recursos de un mercado, más poderoso eres. Así se puede conseguir una mayor capacidad de negociación que puede beneficiar a tu empresa. Si además te expandes con nuevos negocios, puedes diversificar tus beneficios y minimizar el riesgo al no tener una única fuente de ingresos.
Desventajas de la integración vertical
Por otro lado, tener una estrategia de integración vertical, también puede acarrear consecuencias negativas como:
- Elevada inversión
- Poca flexibilidad
- Aspectos burocráticos
Elevada inversión
Hay que realizar una gran inversión para llevar a cabo una integración vertical y no todas las empresas se lo pueden permitir. Si la integración no funciona en una empresa mediana (o incluso grande), puede tener unas consecuencias nefastas que la dejen herida de muerte.
Poca flexibilidad
A medida que la empresa crece, resulta más complicado adaptarse a los cambios que se producen en el mercado y el riesgo también es mayor. En definitiva, cuanto más grande sea una empresa, más fuerte será el golpe si la integración no resulta bien.
Aspectos burocráticos
La integración supone crear nuevos departamentos, nuevos puestos de trabajos, procesos que se alargan, etc. Esto conlleva un coste económico elevado y hace que se ralenticen algunos procesos. Resulta inevitable que todo se complique cuando creces. La estructura se vuelve más compleja. Por eso, la única receta es intentar controlar y acotar estos procedimientos en la medida de lo posible.
Os recomendamos que no dejéis de actualizaros en las últimas tendencias y adquiráis los conocimientos adecuados sobre las estrategias de integración vertical. Os invito a que miréis detenidamente el Máster en Dirección de Logística, Transporte y Cadena de Suministro.
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