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Podemos hacer tests de emailings, de enlaces patrocinados, de banners, de landing pages, de todo lo que hay en Internet excepto en las redes sociales. El poder del testing se ha extendido por todo el universo web, reduciendo incertidumbres, domesticando los números, proporcionando grandes retornos.   Pero todavía seguimos sin poder hacer grandes cosas a nivel de testing en Facebook y poco o nada en otras redes como Twitter o LinkedIn. Bueno, el panorama no es tan desolador.

ICEMD: ¿Cuál fue el primer impulso que os condujo a realizar este whitepaper? AG: La espoleta que desencadenó este proyecto fue el comprobar, desde nuestra experiencia de más de 8 años asistiendo a grandes corporaciones en su estrategia digital multicanal, cómo en un panorama laboral en general desolador aún caben nuevas profesiones en las que el nivel de ocupación es alto, con una oferta, además, sostenible a largo plazo.

Las compañías españolas han tomado conciencia de la importancia de las redes sociales en el mundo empresarial y empiezan a incorporar nuevas tácticas a sus capacidades de comunicación y marketing corporativo. Sin embargo, el motivo principal por el que las empresas apuestan por este canal está más vinculado a la reputación online que a la razón esencial que las debería empujar a dar este paso: el coste de oportunidad de no actuar en las redes sociales.

La revolución industrial planteaba la especialización como el paradigma de la organización del trabajo en clases, sectores y tareas perfectamente estructuradas en las que cada individuo actuase de una manera concreta y mecánica, donde la cadena de montaje tenía unas reglas relativamente estrictas para que el siguiente eslabón optimizase su rendimiento.