Hacia la integración total: tendencias imbatibles y lo que 2020 supondrá para el social commerce

No es un secreto que 2020 pasará la historia como un año especial, como un ejercicio en el que cambiaron muchas cosas en el ámbito digital. Podríamos hablar de sectores, plataformas, pero hay aspectos globales que nos están mostrando un espacio amplísimo donde crecer.

En 2020 los medios digitales se vieron aupados. Algunos elementos han crecido de manera vertiginosa y otros se han asentado. Ya solo la compra vía ecommerce ha crecido en España más de un 55% durante los primeros meses, según Ecommerce News.

Otro de los elementos importantes ha sido el ascenso imparable de los contenidos digitales, mayoritariamente en forma de vídeos y de vídeos en directo o live streaming. Y es que ya solo el consumo en vídeo en YouTube aumentó más de un 50%. Netflix mismo, en solo tres meses, sumó más de 15 millones de suscriptores nuevos.

En España aumentó su uso en un 186%, lo que representa el ascenso más rápido de la compañía. Podríamos hablar de más tendencias que se han visto reforzadas, pero deberíamos centrarnos en los pilares que definirán el tiempo futuro y que se han visto impulsados por los efectos de la enfermedad covid-19. Hay una combinación de contenidos, vídeo, ecommerce y tecnología que nos muestran una tendencia muy clara. Veamos:

Cuáles son los pilares que definirán el futuro del social commerce

Tecnología

Muchos procesos de digitalización, como decíamos al inicio, se han acelerado. Pero esto no es posible sin una transmisión segura y fluida de datos y procesos. Nos da igual si hablamos de contenidos o de la entrega de proyectos a distancia. Cada vez es más necesario entender que para un aumento tan considerable de la actividad hace falta que la tecnología nos acompañe.

Compañías como Telefónica o Vodafone ya han apostado por el 5G y veremos su despegue a corto plazo. Gracias a estas capacidades todo cambiará. No solo tendrá una repercusión en el PIB global, sino que nos facilitará conectar cosas. Asimismo, permitirá que los vehículos se comuniquen con la infraestructura —carreteras, semáforos, señales…— o, por ejemplo, en el área de la salud se usará la inteligencia artificial para ofrecer diagnósticos más precisos y automatizar muchas tareas. Hay que recordar que varios miles de millones de personas todavía no tienen acceso a la red, y esto va a cambiar.

Vídeo

Es muy importante no solo para el ecommerce, sino para la comunicación digital en general. Ya solo en España hay más de 24 millones de usuarios que consumen vídeo de manera frecuente. Todas las redes sociales y plataformas digitales están tratando de ser nuevas televisiones y de girar hacia elementos más dinámicos en vídeo, que seguirá creciendo de manera imbatible. Y es que su inclusión sigue suponiendo cada vez más mejoras en la adquisición de tráfico orgánico e incluso a nivel transaccional, ya que, según varias fuentes, entre ellas WordStream, pueden llegar a aumentar las conversiones a doble dígito dependiendo del sector. Los algoritmos cambian continuamente y lo siguen haciendo en favor del vídeo.

Según el MIT, el vídeo se procesa en el cerebro a una velocidad de 13 milésimas de segundo, así que en una «economía de la atención» se ha erigido como radicalmente importante seguir reforzando esta área. Y crecerá durante años. Ya solo pensamos en el auge de plataformas como Caffeine o Quibi, por no hablar de TikTok. 

IA conversacional 

Veremos muchos desarrollos en forma de mejoras con la inteligencia artificial. Su vertiente conversacional será clave para la experiencia de usuario y para generar ventas online. En esencia, es un sistema en el que convergen tres tecnologías independientes: la inteligencia artificial, las aplicaciones de mensajería y el reconocimiento de voz. Estas tecnologías se conocen por separado desde hace décadas, pero la unión de los tres lenguajes ha cambiado el juego por completo. En 2025 se espera que se inviertan en ello más de 232.000 millones de dólares. 

Social commerce

Se oye hablar mucho de él. Por definición, es la combinación de las potentes tendencias que se están consolidando hace tiempo, pero que se han acelerado este año. Se consolidarán el social commerce o la capacidad de generación de ventas a través de los canales sociales. Si bien ya se ha afianzado en Asia, aquí comenzaremos pronto a ver sus capacidades. Instagram mediante sus directos, WhatsApp y su integración de catálogos de ecommerce y pagos o la capacidad de algunas cuentas de YouTube harán que muchos creadores de contenido puedan promocionar mejor y de manera más profesional productos y servicios y así mejorar las ventas. Esto, que puede parecer anecdótico, ha supuesto ventas millonarias para algunos productos. En Douyin, la empresa hermana de TikTok en China, la amplificación vía sus vídeos cortos durante el festival de ventas 12.12 en 2019 generó más de 200 millones de yuanes (unos 24 millones de euros) en un día.

El ecommerce crece, el vídeo es el rey del contenido y la tecnología amplifica el efecto. Además, la participación de creadores de contenido o influencers abre la puerta a más actores dentro del ecosistema. No solo hay una crisis de atención, sino una vocación cada vez más clara en el público a prestar más atención a terceros que colaboran con marcas para dar a conocer servicios y productos. El social commerce abre la puerta a una combinación potente entre creadores de contenidos o influencers, tecnología y contenido; es un océano. En EE. UU. más del 40% de los usuarios activos de Internet han publicado un vídeo en tiempo real. La industria del live streaming superará los 70.000 millones en 2021 y la del ecommerce representará el 17% del total de las ventas de retail, y era de un 13%. Son dos grandes universos condenados a entenderse a través del social commerce.