Las 6 ventajas del trabajo en equipo

¿Trabajar solos o trabajar en equipo?, he aquí la cuestión… Permitidme utilizar mal la cita de uno de los grandes de la literatura, de sobra conocido por todos, para introducir este artículo.

Como bien decía mi abuela Dolores, «más vale solo que mal acompañado». Y, dicho este sabio refrán con todo su acento y «quejío» del sur, me viene a la cabeza esta popular frase para dejar claro que «a veces en el término medio está la virtud», que decía otro de los grandes pensadores y también archiconocido.

Pues ya lo decía mi abuela Dolores: si vas a estar mal acompañado, mejor trabaja solo. Hoy no vamos a analizar esta cuestión, porque daría para otro artículo, sino que vamos a partir de la hipótesis de que hemos seleccionado bien a los compañeros de viaje y tenemos un equipo que merece la pena. Debo confesar que hoy voy a decantarme por la segunda parte de la cuestión y proponer las bondades del trabajo en equipo.

Os podría vender «my way of life» o mi forma de desarrollo profesional; hablaros de que llevo trabajando más de 20 años solo con mi propia empresa y que me he convertido en un lobo solitario que hace lo que quiere; que no tengo jefes y todas esas cosas, pero os estaría engañando a todos y, por supuesto, me estaría engañando a mí mismo.

Nunca he estado solo; al revés: si soy lo que soy (poco, mucho o nada), es por mis compañeros de trabajo y los magníficos equipos en los que me ha tocado desarrollarme como profesional del mundo del marketing y de la educación. Gracias a todos y cada uno de ellos por hacerme un feliz trabajador que ama su profesión. Sería egoísta ponerme yo solito medallas cuando han sido muchas, muchísimas, las personas fundamentales en mi crecimiento profesional, que espero que nunca termine de desarrollarse y seguir aprendiendo lo mucho que me queda por descubrir de toda la gente que me rodea.

Si alguien ha oído alguna vez «yo jamás podría trabajar con mi pareja, menudo rollo» y «no mezcles nunca trabajo y hogar» (por no hablar de refranes algo groseros que todo el mundo puede recordar pensando en estos términos), yo debo romper mitos y tabúes, defender que «SÍ SE PUEDE» y aprovechar para darle sobre todo las gracias a mi media naranja laboral y personal, mi mujer, que siempre me ha ayudado a ser un buen profesional y que ha sabido acompañarme y soportarme en el trabajo en equipo, haciendo que nuestra vida y nuestro proyecto sean profesional y personal. Solo termino esta reflexión con una frase que me encanta utilizar para rebatir a los que defienden la otra postura: «Nadie mejor para confiar que quien comparte no solo tu proyecto profesional, sino también el proyecto personal».

Y ya estamos dispuestos para hablar de lo que hoy nos atañe, que no es otra cuestión que proponer las seis ventajas del trabajo en equipo y además analizado desde la experiencia de haber tenido la suerte de aprender de muchas personas maravillosas que me han enseñado a ser mejor profesional trabajando en equipo.

Mis seis aprendizajes del trabajo en equipo:

El liderazgo grupal vs. el trabajo solitario.

Cuando trabajamos en equipo, podemos ser un buen líder o alguien que ejerza el liderazgo de forma magistral, pero cuando trabajamos solos, no hay forma de ejercer ese liderazgo, puesto que recae sobre una misma persona el rol de líder y el de seguidor y, por lo tanto, no es posible aplicar esta competencia de liderazgo; lo único que se puede hacer es autoliderarse a uno mismo en el rol de trabajador solitario.

Este tema del liderazgo en los equipos de trabajo es algo fundamental para el desarrollo y los resultados obtenidos por parte del equipo. Si queréis profundizar en el tema, podéis analizar la infografía hecha por Mar Cárdenas, que es la directora del DRHO máster en Dirección de Personas y Gestión de Recursos Humanos de ESIC:

Fuente: https://www.esic.edu/rethink/management/el-liderazgo-en-entornos-hibridos

Como buen Scrum máster certificado que soy, creo también en los equipos autogestionados, donde el liderazgo se comparte y podemos hablar de liderazgo global, como yo lo llamo. No obstante, para llegar a contar con equipos con liderazgo global, tenemos que aprender juntos muchas cuestiones previas que son necesarias y lograr algo que parece sencillo, pero que es difícil en la realidad: la confianza total en el equipo.

Cuatro ojos ven más que dos, pero menos que diez.       

Es una cuestión matemática sencilla: la suma de varias partes es mayor que el resultado de una sola parte. No es una teorema matemático, pero creo que se entiende bien lo que os quiero transmitir.

Cuando los detalles son importantes para alcanzar el resultado del trabajo en equipo, cuantos más ojos estén pendientes de dichos detalles, más difícil será que se nos pase por alto algún detalle o que no cumpla con los requisitos definidos; por lo tanto, la función de observación y control de la suma de las partes del equipo de trabajo será mas rentable y eficiente que los dos ojos solitarios de un trabajador desarrollando una tarea de forma independiente.

Cuantos más ojos tengas en tu equipo y mejor entrenados estén para mirar bien y con precisión, mejores serán también los resultados que alcanzará el equipo.

Compartes tus éxitos, pero también tus miedos y errores previos.

En el trabajo en equipo las inseguridades y los miedos están presentes en las tareas que se van a desarrollar. Si tenemos un hombro amigo con el que compartir los miedos y las inseguridades, estos se reparten y se vuelven más livianos. Por otro lado, cuando consigues logros importantes, la alegría de la recompensa del trabajo bien hecho al compartirlos se convierte en una celebración y, cuando celebras algo, ¿qué es más divertido: celebrarlo con tus compañeros de batallas o celebrarlo solo?

Otro apartado que reflejo en este aprendizaje es la gran rentabilidad de compartir los errores del pasado, porque de esta manera no hace falta que hayamos errado nosotros en el pasado; si alguien del equipo lo hizo anteriormente, nos alertará de lo QUE NO HAY QUE HACER en esta ocasión.

Brainstorming en acción: ¿las neuronas se contagian de las cosas positivas?

Si no has oído nunca hablar de las emociones que se contagian y de las neuronas espejo, no sabes lo que te has perdido. Si quieres profundizar más en este campo, puedes ver el vídeo de Elsa Punset sobre el contagio de las emociones, https://www.youtube.com/watch?v=STGkD9-xyFU, donde explica magistralmente cómo funcionan nuestro cerebro y las neuronas a la hora de contagiarse de las emociones.

He contado muchas veces la teoría de los zombis y los ángeles que alguna vez leí. En la vida hay dos tipos de personas: las que son zombis, que solo te hablan de desgracias y cosas malas, enfermedades, catástrofes y lo malo de la vida, porque ven y entienden todo de forma negativa, y cuando se cruzan en tu camino te dejan el cuerpo con malas sensaciones y un poco más triste que antes del encuentro.

Y por otro lado tenemos ángeles que te contagian sonrisas y te llenan el alma de alegría, y da igual que haga tiempo que no los has visto o se hayan cruzado contigo, pero te generan una inmensa alegría y te sacan la mejor de las sonrisas.

Lo malo de esta teoría es que, según dicen, el efecto de los zombis es el doble que el de los ángeles en nuestra persona, cosa injusta a mi entender, pero es cierto que a veces tenemos que esforzarnos y aprender a valorar en su justa medida a los compañeros zombis que tenemos que soportar, no darles más importancia de la que tienen y disfrutar más de los ángeles que nos rodean.

Compartir es vivir. El sumatorio de años de aprendizaje y experiencia.

Ser generosos es una acción que todos deberíamos ejercer con mayor asiduidad por puro egoísmo. Y explico esta confusa idea: cuando ayudas a los demás, te ayudas a ti mismo, porque experimentas una sensación de bienestar increíble, con lo que ayudar a los demás y ser generosos es algo que nos enriquece como personas y como profesionales. Sé generoso en tu equipo de trabajo; tu cuenta bancaria emocional tendrá siempre saldo positivo a tu favor; puede que algún día necesites sacar algo de esa cuenta bancaria emocional y solo se puede sacar de donde hay algo…

Por otro lado, en la presentación de casi todos los cursos que imparto, hago la misma reflexión y solicito que la gente participe de forma generosa para conseguir el mejor resultado posible del curso. Les digo: «Si sumáramos todos los años de experiencia que tenemos, estoy seguro de que tendríamos ante nosotros un profesional muy sabio».

Todas las experiencias suman y todas aportan, por lo que compartirlas se convierte en algo clave a la hora de obtener un buen resultado del trabajo en equipo.

Mi refrán preferido: «colaborar para ganar».

Vuelvo en este último punto a tirar de metodologías ágiles y a proponer la comunicación entre las personas integrantes del equipo como algo fundamental a la hora de conseguir la excelencia del equipo de trabajo.

La metodología Kanban (tarjetas visuales) es un marco de trabajo ágil que me tiene cautivado por su capacidad de dispersar la información del proyecto y, por ende, del equipo de trabajo cual aspersor de jardín.

Todos sabemos de forma visual, clara y sencilla lo que está haciendo cada parte del equipo y nos centramos en lo que tenemos que hacer, pero también y no menos importante, en lo que NO tenemos que hacer…

Si no conocéis el marco de trabajo Kanban, os propongo que veáis un vídeo (aviso que es un poco largo, una hora 51 minutos, pues es un minicurso de cómo utilizar Kanban) de un evento de ESIC y de la Cámara de Comercio de Bilbao que subí a YouTube, donde explico cómo utilizar el marco de trabajo Kanban para lanzar productos al mercado.

Con estos seis puntos espero haberos ayudado a ver las bondades del trabajo en equipo y de paso rendir homenaje a todas las maravillosas personas que me han enseñado a lo largo de mi camino profesional y personal.

Gracias a todos y, en especial, gracias a ti, Fani, por todo…

Os recomendamos que no dejéis de actualizaros en las últimas tendencias y adquiráis los conocimientos adecuados. Os invito a que miréis detenidamente el Máster Universitario en Dirección de Personas y Desarrollo Organizativo.