Inevitablemente, la industria de la moda ha sufrido muchas alteraciones, y una completa revolución. Los consumidores de hoy entienden la comodidad como la capacidad de acceder a una gama completa de artículos a través de dispositivo móvil, aplicaciones, pc o en la tienda; accesos en muchos casos desde contenido generado por el propio consumidor (CGC), y por último poder elegir la mejor opción de envío y entrega.
De un tiempo a esta parte el mundo se ha revolucionado sin a penas darnos cuenta. El móvil es el fiel compañero de cualquier ciudadano de a pie, los ordenadores son su instrumento de trabajo, y los dispositivos móviles en general son parte de su día a día. Sin internet no somos nadie y las empresas tampoco. Ellos han encontrado un nuevo nicho de negocio en el que hacer crecer su negocio teniendo todo controlado de principio a fin, en definitiva, un medio donde desarrollar su crecimiento.
Las tecnologías y aplicaciones descritas en el anterior capítulo están transformando algo más que las pautas de actuación. Su influencia sobre el individuo obtiene un carácter más profundo y con un alcance de gran calado. El uso en masa que se hace actualmente de los dispositivos electrónicos comporta una serie de cambios tectónicos que se describen en este apartado como las tendencias que sustentan la innovación tecnológica: poder individual, movilidad y personalización, entre otros factores, definen al cliente de hoy.
El mundo es un ecosistema cambiante y los acontecimientos vividos en los u´ltimos años están reconfigurando el protagonismo de países y Estados, de procesos que se entendían como prioritarios e incluso de los pilares que definían el conjunto de población mundial. Estos hechos plantean un futuro a 20 años vista distinto, en el que la tecnología y la focalización en el cliente se constituirán como ejes centrales de los motores socioeconómicos.