Desde hace años, los programas de fidelización forman parte de la promesa de marca de las compañías: un complemento a la propuesta de valor que lamentablemente no siempre logra modificar los patrones de uso del producto principal y generar la lealtad de los clientes.
Todo profesional que trate con clientes debería interiorizar que la clave del éxito de un negocio es, sin duda, darles un buen servicio. ¿Y eso cómo se hace? Escucha, sonríe, resuelve y llegarás al objetivo final y de inicio: la fidelización de clientes. Vamos a por ejemplos prácticos.
La red social corporativa se está convirtiendo en una gran palanca de productividad para las empresas de servicios. Razones para ello no faltan, aunque muchas empresas de nuestro país se muestran de momento escépticas y por tanto se resisten a adoptarlas. Puedo asegurar, tras vivir los beneficios en primera persona de una red social corporativa, que estos superan ampliamente sus costes.
“La comunicación corporativa no es lo que escribimos o lo que comunicamos externamente; es todo lo que somos y lo que hacemos”. Con esta frase le resumía uno de nuestros clientes a su hija pequeña lo que su empresa entiende por comunicación corporativa.