La comunicación comercial de hace tan solo 10 años no era sencilla, pero era bastante más sencilla que la comunicación comercial que se debe desarrollar hoy en día, especialmente si lo que se quiere es ser eficaz. Hay muchos nuevos retos y muchas nuevas oportunidades para proporcionar información de productos o servicios al consumidor.
Desde que, en 1997, Jorn Barger acuñara el término “weblog”, (acortado a blog, como terminología aceptada por todos), este formato de CMS muy popular a mediados de los 90, ha ido evolucionando hasta parecerse cada día más a un website. Precisamente de aquella época son los blogs más primigenios, los personales, que en España decidimos llamar Bitácoras y que fueron popularizados por Webblogs SL, uno de los primeros casos de éxito empresarial del sector digital en España.
El Internet of Things (IoT) permite crear y transmitir datos, pero también representa un riesgo, ya que la información puede ser el objeto de un ataque cibernético por un hacker informático. Cada vez se transmiten más y más datos. Esto significa que los riesgos son más altos y que las brechas de datos podrían representar un peligro significativo tanto para las personas como para las empresas.
Una encuesta realizada por Accenture, “Digital Disconnect in Customer Engagement”, afirma que el coste estimado que supone que un consumidor descontento cambie de proveedor supera los 126.000 millones de euros en España, siendo un servicio de atención deficiente una de las principales causas de abandono.