¿Qué son los estándares web y para qué sirven?

Todo proceso sigue sus normas y directrices, y en el mundo digital sucede lo mismo. En este universo de datos y códigos, esas normas tienen nombre: estándares web. Su función es asegurar que los sitios y las aplicaciones web funcionen de manera coherente en todos los navegadores, dispositivos y plataformas. 

Es un campo complejo que, si te interesa, tiene multitud de salidas y todas ellas son accesibles a través de nuestra formación en Técnico Superior en Desarrollo de Aplicaciones Web (DAW). Y, para terminar de decidir si este campo te interesa, en este artículo te hablamos un poco más de los estándares web y su función en el mundo digital. 

¿Qué son los estándares web?

Los estándares web, como dijimos anteriormente, son un conjunto de normas y directrices técnicas establecidas para garantizar que los sitios y aplicaciones web sean accesibles, funcionales y compatibles en diferentes navegadores y dispositivos. Estos estándares son desarrollados y mantenidos por organizaciones internacionales como el World Wide Web Consortium (W3C) y otras entidades relacionadas.

¿Para qué sirven los estándares web?

Como has visto, los estándares web son una serie de especificaciones técnicas que definen cómo deben ser diseñados, creados y presentados los sitios web. Estas normas cubren aspectos importantes en el mundo de la informática, como el formato de contenido (HTML, CSS, XML), la accesibilidad, la seguridad y la interoperabilidad entre diferentes navegadores y dispositivos. 

Gracias a los estándares web, los desarrolladores pueden crear espacios web accesibles, eficientes y compatibles con la tecnología actual, aunque hay un factor clave en la puesta al día con las tendencias del momento, ya que los avances son muchas veces más rápidos que nuestra capacidad de adaptación, y de este modo logramos adelantarnos a lo que el consumidor nos reclama. 

¿Quién establece los estándares web?

A la hora de definir los estándares web, existe un organismo llamado World Wide Consortium (W3C), que mencionamos antes, encargado de establecer y mantener las normas que deben seguir los desarrolladores. Tim Berners-Lee es el nombre del fundador de este organismo, que coincide también con el del creador de la web. Cabe destacar que no es un organismo independiente ni trabaja de manera solitaria. De hecho, depende de la colaboración de empresas, organizaciones y expertos de todo el mundo, que le ayudan a definir y actualizar las especificaciones que rigen la web actual. 

Por otro lado, no podemos olvidar mencionar a otro organismo influyente en el Internet actual. Se le conoce como WHATWG e inicialmente se creó como una alternativa al W3C, pero hoy en día es el organismo responsable de desarrollar la versión más moderna de HTML. 

Los dos organismos han acabado por colaborar y actualmente son los dos encargados de consolidar los estándares web que se desarrollen en los próximos años.

Componentes de los estándares web

Antes hemos comentado por encima cuáles son los componentes de los estándares web. Algunos te sonarán más que otros, pero ahora vamos a desarrollarlos un poco más para que entiendas las diferencias entre los lenguajes que componen el Internet de hoy en día.

HTML (HyperText Markup Language)

Este componente sirve para estructurar el contenido de las páginas web. Se trata de un lenguaje que define la organización básica del sitio con etiquetas y representa elementos como los párrafos, los encabezados e incluso las imágenes. 

Desde que comenzó Internet, este lenguaje ha tenido varias evoluciones y la última conocida es HTML5, cuyos avances se reflejan en las nuevas etiquetas, la mejora de la accesibilidad y la estructura lógica del contenido. Además, hay que añadir los soportes multimedia sin la necesidad de complementos externos y tiene un mejor manejo de formularios y gráficos. 

 CSS (Cascading Style Sheets)

Este estándar se utiliza para definir la presentación y el diseño de las páginas web, es decir, permite a los desarrolladores definir cómo se va a ver ese contenido: colores, fuentes, márgenes, alineación y disposición de elementos. 

Al igual que en HTML, CSS también tiene una versión más actualizada llamada CSS3. Se caracteriza por dividirse en módulos para facilitar su implementación. Incluye también asistencia para animaciones, transformaciones 3D y efectos avanzados, como sombras, transiciones suaves y gradientes.

JavaScript

Junto con los dos anteriores, JavaScript es el tercer lenguaje más conocido. Este elemento se encarga de la parte más compleja de Internet: la programación. Por tanto, con JavaScript el desarrollador puede hacer que una página web reaccione a las acciones del usuario, modifique el contenido en tiempo real y se comunique con servidores sin recargar la página. 

Algunas de las cosas que se pueden desarrollar con JavaScript son los clics, los movimientos del ratón, la entrada de texto, modificar el contenido de una página web de forma dinámica o comunicarse con un servicore en segundo plano. Asimismo, cuenta con acceso de diversas API, como la geolocalización o el almacenamiento local. 

XML (eXtensible Markup Language)

Este estándar se utiliza para describir y almacenar los datos de forma estructurada. Aunque JavaScript tiene una función que le hace la competencia (JSON), especialmente en las aplicaciones modernas, cabe mencionar este estándar porque sigue siendo importante en ciertos contextos. 

Su principal uso es el intercambio de datos entre diferentes plataformas y lenguajes de programación. Por otro lado, también asegura que los datos sean transportados e interpretados de manera coherente sin importar el sistema o la plataforma. 

HTTP/HTTPS (Hypertext Transfer Protocol / Secure)

Este estándar se define mejor como un protocolo, ya que es un sistema que permite la comunicación entre navegadores y servidores web. Existen dos tipos: HTTP y HTTPS. Este último es la versión segura, que, además de la comunicación, agrega cifrado para proteger la integridad y confidencialidad de los datos. De hecho, con el tiempo, los organismos y los buscadores han ido prioridad a aquellos sitios web que tengan esta última versión.

WAI (Accesibilidad web)

El último elemento de la lista es un componente clave de los estándares web. Se ha diseñado para hacer que el contenido sea accesible para todos, incluidas aquellas personas que tengan algún tipo de discapacidad. Este proceso es desarrollado por el W3C, quien define las directrices de accesibilidad al contenido web (WCAG) para ofrecer recomendaciones y poder mejorar así la accesibilidad a todas las personas

Características de los estándares web

Como ya hemos visto, los estándares web no son reglas opcionales, sino directrices obligatorias que benefician tanto a usuarios como a desarrolladores web. Pero vamos a ir más allá y a definir cuáles son estos beneficios de los que hablamos: 

• Interoperabilidad: con los estándares web garantizamos que la aplicación o el sitio web se vea en múltiples dispositivos y navegadores para que los usuarios puedan elegir desde dónde visualizar el contenido. 
• Accesibilidad: los estándares también permiten que los sitios web sean accesibles para todas las personas, incluidas aquellas que tienen algún tipo de discapacidad.
• Mejor experiencia de usuario: si implementamos correctamente HTML, CSS y JavaScript, aseguraremos que el sitio web se cargue de forma rápida, sea fácil de navegar y responda bien a las interacciones del usuario.
• SEO: con estos elementos logramos optimizar los motores de búsqueda, ya que cumplimos las normas establecidas y esto influye en nuestra posición de Internet. Google, que es el principal motor de búsqueda, premia aquellos sitios web mejor estructurados y accesibles.
• Mantenimiento y escalabilidad: si seguimos con los estándares web, el código de una página es más fácil de mantener y escalar. El código bien estructurado y estandarizado facilita la actualización de la funcionalidad, la adición de nuevas características y la resolución de problemas a lo largo del tiempo. 
• Seguridad: al adoptar los protocolos seguros que hemos visto anteriormente en HTTPS, se protege la comunicación entre el servidor y el navegador del usuario. Con este cumplimiento, se reducen las vulnerabilidades y se protege a los usuarios y a las empresas de posibles ciberataques.

Si te interesa saber más sobre este tema y convertirte en un experto en tecnología, no dudes en pedir más información sobre el Técnico Superior en Desarrollo de Aplicaciones Web (DAW) que ofrecemos en ESIC.

Fuentes: 

Universia
Ministerio de Economía, Comercio y Empresa
Naciones Unidas CEPAL
AfCFTA
Organización Mundial del Comercio