Las guerras por el metaverso

Boston Consulting Group (BCG) abraza el metaverso a través de su división de inteligencia artificial, BCG Gamma, y abre oficina en The Sandbox, el metaverso basado en la tecnología blockchain, tokenizando acciones de sociedades mercantiles: tokens no fungibles (NFT) sobre certificados de asistencia a congresos académicos. HSBC ha anunciado la compra de terrenos en el metaverso. Construir en digital. El nuevo boom inmobiliario se acerca. Se plantean NFT sobre títulos universitarios. Esta semana he comenzado a tokenizar mis informes de consultoría. El futuro ya es mío. El arte 3.0 nos transporta desde los aguafuertes de Picasso a los NFT de fotografías dedicadas por artistas, deportistas y otras estrellas del firmamento, pasando por los monetes simpáticos e inútiles, viva representación kitsch de una pequeña parte de la decadencia postboomer.

Los mercados gemelos digitales se despliegan por doquier. Productos disponibles en el mundo real (viejo mundo) ahora se duplican en el metaverso (nuevo mundo). Las relaciones de conexión entre ambos mundos serán la mayor palanca de creación de riqueza de las próximas décadas.

En el viejo mundo podíamos adquirir por unos euros unas fantásticas entradas para ver a una orquesta llegando al último compás de la Quinta de Mahler. En el nuevo mundo podremos experimentarlo en el metaverso que elijamos: en ocasiones, inspirado en la película Avatar, de James Cameron; en otras, inspirado en los Sims o en Tron. Pero… ¿el futuro será del metaverso o de los metaversos múltiples? Esa es la cuestión. ¿Será un metaverso universal y distribuido o serán múltiples metaversos centralizados? ¿Primará la democracia o lo harán, nuevamente, la hegemonía empresarial, el control estatal o la ideología woke?

A gran velocidad, el mundo distribuido colisiona con la hegemonía de los players que previamente centralizaban servicios de todo tipo. Veníamos de una imparable corriente de terciarización de productos y estructuras de producción. Los fabricantes de vehículos se identificaban como futuros proveedores de servicios de valor añadido en movilidad. La fractura abrirá una magnífica guerra, aún por desarrollarse, entre distribuidos y centralizados. La guerra cripto. Del todo a la parte. Cada actor del ecosistema actual hará todo lo que esté en su mano (y lo que no) para crear y extender su propio metaverso, para convertir lo originariamente distribuido en forzadamente centralizado, y de ese modo retener valor, pivotar su modelo de negocio y volver a empezar.  

Es probable que dentro de poco podáis experimentar esa fabulosa sensación, casi-mágica, tan difícil de describir que, como desliza Simon Rattle, supone el simple pero definitivo hecho de hacer un gesto en el aire y asistir admirado al surgimiento del sonido. Lo haréis empuñando vuestra batuta virtual, encaramados al podio, frente a 120 metaprofesores de orquesta y dentro de un metaverso sinfónico. Cada vez tenéis más cerca la posibilidad de escuchar la potencia de los cañones finales de 1812 con la Sinfónica de Londres siguiendo cada uno de vuestros fraseos, sumidos en una simbiosis total, dentro de vuestro propio ciclo de conciertos meta-Proms en el meta-Royal Albert Hall del meta-Londres. Dentro de muy poco, también podréis dar un salto estratosférico (o dos, o tres o los que podáis pagar con vuestras criptomonedas) desde el meta-Redbull emulando a Felix Baumgartner. Y el mundo más sórdido, impúdico y libidinoso también se desplegará en los diferentes metaversos y provocará los más intensos debates de tipo ético y legal. Esto también es cuestión de tiempo. 

Cuando hablo con alumnos sobre el metaverso, no puedo dejar de recordar La trilogía de los tres cuerpos, de Cixin Liu, particularmente su primer volumen. Y la inquietud del final me invade. Trato de transmitirlo, pero muchos solo piensan en el mainstream. En un mundo meta distribuido, existe plena trazabilidad y completa libertad. En un mundo meta no distribuido, existe plena trazabilidad y completo control. Mapeo regulatorio en cripto en 3-2-1. Orwell vive. Huxley, también.

Os recomendamos que no dejéis de actualizaros en las últimas tendencias y adquiráis los conocimientos adecuados. Os invito a que miréis detenidamente el Master in Marketing Management.