- Fecha de publicación
- June 2021
- Business
- Artículo
Director del Máster en Finanzas (MDF) y del Máster en Corporate Finance (MCF)
«Cuando se combina la ignorancia con el apalancamiento se obtienen resultados muy interesantes». Warren Buffett
¿Por qué comienzo con esta frase? Porque el apalancamiento en sí da grandes resultados, pero ¿buenos o malos? Pues depende, pero eso lo veremos más adelante.
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Comencemos viendo qué es el apalancamiento. Apalancamiento viene del término palanca, que no es más que una herramienta que nos permite mover pesos u objetos imposibles de mover con nuestras propias manos. Y eso es el apalancamiento: invertir y ganar cantidades que nunca tendríamos la posibilidad de invertir a través de un préstamo que nos hace el bróker a tipos de interés diarios irrisorios, de modo que si invierto más, la ganancia se multiplica. No es lo mismo invertir y ganar un 1% de 1.000 € (10 €) que invertir y ganar un 1% de 100.000 € (1.000 €). Solo ha tenido que subir un 1% la cotización de la acción y estoy harto de ver como las acciones suben más…
¿A que te han entrado ganas de buscar una plataforma, elegir unas acciones y apalancarte? Pues todavía no lo hagas, porque el apalancamiento, como buen multiplicador que es, multiplica en los dos sentidos y también puede hacerte perder el dinero. Y, de hecho, sabe hacerlo de un modo muy eficiente: es un lobo con piel de cordero que suele comerse a los inversores inexpertos. Veamos cómo con un ejemplo.
Imagínate que, tras años de no tomar café en el trabajo, has conseguido ahorrar 10.000 €. Una buena mañana, en el atasco diario, oyes en la radio que las acciones de Mevoyaforrar, S. A., que cotizan en el IBEX-35, tienen una expectativa de subida de un 10%, y decides invertir esos 10.000 €.
Si sale bien y no usas el apalancamiento, al final del año tendrás 11.000 €, con lo que ya puedes volver a tomar café y, además, darte un capricho. Y si sale mal y cae un 10%, tendrás 9.000 €.
¿Qué sucedería si haces un apalancamiento de 5:1 y te cobran un 1% de interés? Pues que si aprovechas la oportunidad, con 10.000 € podrás comprar acciones por 50.000 € y si sale bien, al año, tendrás 14.600 € (50.000 × 10%=5.000 de ganancias menos 400 € de intereses, que se añaden a tus 10.000 € iniciales).
¿Interesante, verdad? Invirtiendo los mismos 10.000 €, ganarías un 460% más que sin apalancamiento. Hay para muchos más cafés y muchos más caprichos.
Pero claro, ahora pongámonos en el caso opuesto: que cae un 10%. ¿Cuánto tendríamos al final de año? Pues tendríamos 4.600 €. Asumiríamos unas pérdidas de 5.000 € y pagaríamos 400 € de intereses. ¿A que ya no parece tan buena idea? Has perdido, en vez de 1.000 €, 4.600 €.
Este instrumento tiene un gran poder de seducción, sobre todo entre los recién llegados, ya que permite ganar mucho dinero y rápido, pero, como dije antes, cuidado, porque es un lobo con piel de cordero, sobre todo si encuentras algo que piensas que puede resarcirte de la deuda anterior y ganar algo de dinero. Es el camino más rápido para perderlo todo, lo que sería una pena después de tanto tiempo sin tomar un café calentito en el trabajo.
Pero ojo, ¿tan malo es?
La respuesta es que no y sus ventajas son claras: minimiza el capital para invertir y multiplica la rentabilidad de una operación. Pero hay que tener las ideas muy claras y no perder de vista tres conceptos: el capital invertido, el capital arriesgado y saber utilizar los stop-loss.
Comencemos con los stop-loss, ya que determinan el capital arriesgado y controlas tus pérdidas. Si se fija en un 1 € por acción, solo perderás eso cuando baje, pero ojo, por acción, con lo que si lo multiplicas por el número de acciones, tendrás ese capital arriesgado. Si fijas ese término en donde puedas perder sin que te importe, minimizas el riesgo de pérdida del capital invertido y todo será menos grave.
Y ya, esperando que hayamos descubierto o entendido mejor esta herramienta, si decidimos usarla conviene recordar que es como casi todas las herramientas: con un martillo se construye un barco o te machacas un dedo. Todo es cuestión de saber usarlo y del cuidado que pones en su uso.
Os recomendamos que no dejéis de actualizaros en las últimas tendencias y adquiráis los conocimientos adecuados. Os invito a que miréis detenidamente el Máster en Finanzas [MDF].
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