A menudo en las empresas se abusa del correo electrónico de diferentes maneras. Unos pecan de excesivamente parcos, y otros, desde el otro extremo, de demasiado extensos. Hay un término medio, que es el de la eficacia. Cuántas veces hemos escrito, sin pretenderlo, un correo polisémico, o sea, que favorece varias interpretaciones, incluso las contrarias. ¡En cuántas ocasiones hemos enviado copias a quien no corresponde! O, directamente, hemos dirigido mensajes críticos con alguno de nuestros jefes a los afectados, con el consiguiente “¡tierra, trágame!” adosado.
En el Día de la Felicidad, Mar Cárdenas, profesora de ESIC, nos da las claves para conseguir la felicidad en el trabajo: ¿cuánto influye en la felicidad la oportunidad de conciliar la vida laboral con la familia?,¿qué es más importante tener un buen ambiente laboral, contar con un buen líder o tener un salario competitivo?, ¿qué medidas deberían implementar las empresas para conseguir que sus trabajadores sean felices?...
No podemos permanecer ajenos a la manera en la que los consumidores interactuamos con nuestras marcas y las marcas con sus clientes. La omnicanalidad ha llegado para quedarse.
Vivimos en un mundo donde todo va a la velocidad de la luz y los cambios son constantes; quedarse un instante parado es quedarse obsoleto. Hoy, quedarse parado es ser un “jefecillo”, que dirige el equipo casi a empujones, es decir, sin tener objetivos claros; está pendiente del error, sin espacios para compartir, sugerir, construir.