A día de hoy, más allá de los datos demográficos y de intereses, las marcas necesitan saber quiénes son sus clientes. Eso requiere nuevas capacidades y tecnologías para unir datos y análisis contextuales, con nuevas habilidades de creatividad e inteligencia emocional. Es ahí donde entra la IA en el universo del Digital Customer Experience.
¿Qué entendemos por conversión? Siempre y cuando se consiga uno de nuestros objetivos. Para unos, la conversión será que el usuario consuma el contenido y pase tiempo leyendo o incluso que comparta dicho contenido, para otros que se descargue un .pdf, para otros, obtener los datos de potenciales clientes y para otros, vender, etc.
Si cada punto de contacto con el cliente tiene una finalidad diferente y unas motivaciones muy distintas… ¿Tiene sentido que tengamos un mismo tipo de CRM para todos los casos?La respuesta parece clara, y es que como tantas cosas en la vida, el contar con herramientas específicas y diseñadas con un fin en concreto nos ayuda a ganar esos puntos marginales que acaban marcando la diferencia, o al menos en no caer en la desventaja competitiva del que aplica el “café para todos”.
Desde el punto de vista operativo, todo el proceso de captación de leads empieza por conseguir tráfico lo más cualificado y relevante posible. Este tráfico puede venir desde el SEO, redes sociales o la publicidad digital. Este último método es la manera más rápido de conseguir tráfico: puedes conseguir tráfico cualificado en cuestión de horas si sabes lo que estás haciendo.