En el mundo de la empresa es indispensable diferenciarse y aportar algo completamente distinto al consumidor e incluso a nuestros propios empleados; así nos diferenciamos de la competencia, que cada vez es mayor y pretende robarnos clientes y talento. No es una tarea fácil y para ello es necesario detectar qué busca nuestro cliente ideal y entender cómo podemos ofrecérselo (por ejemplo, con beneficios adicionales económicos o sociales).
En un mundo tan globalizado como en el que vivimos, es indispensable comprender cómo afectan las relaciones económicas existentes entre los países a la sociedad y al funcionamiento de las organizaciones. La economía global es un sistema complejo que conecta países, empresas y personas en una red de relaciones comerciales, financieras y sociales.
Con el avance de la tecnología, las empresas han cambiado y han tenido que adaptarse a las tendencias digitales que han llegado para quedarse. La transformación digital ha irrumpido de lleno en toda la sociedad y no ha afectado exclusivamente a las empresas privadas, sino también a la Administración pública, obligando a las instituciones gubernamentales a adoptar las tecnologías digitales para mejorar sus procesos, servicios y comunicación con los ciudadanos.
No existe mejor formación que la práctica; esto es un hecho, pues pese a todas las ventajas y conocimientos que proporciona la teoría, las prácticas te permiten aprender del día a día de la que será tu profesión, en equipo, enfrentándote a situaciones que seguramente puedan darse en la vida real una vez que finalices tus estudios y comiences tu andadura laboral.