En un mundo empresarial en constante evolución, la eficiencia y la agilidad se han convertido en factores críticos para el éxito. La gestión de procesos de negocio (BPM, por sus siglas en inglés) es una disciplina que ha emergido como una poderosa herramienta para ayudar a las organizaciones a optimizar sus operaciones, aumentar la productividad y mejorar la satisfacción del cliente.
En todas las compañías es necesario una diversidad de equipos, donde se exprima lo mejor de cada empleado y, de esta manera, potenciar al 100% el trabajo en equipo. Y es que no existe mejor equipo que aquel que trabaja de manera conjunta y con un mismo objetivo. Porque un buen equipo debe contar con gente creativa, también personas más organizadas, otros con alma de líder, y por supuesto, perfiles más matemáticos o humanísticos.
En la era digital actual, el mundo se ha transformado drásticamente gracias a la disponibilidad de grandes volúmenes de datos. La información se ha convertido en uno de los recursos más valiosos del momento tanto para empresas como para el gobierno, y los datos abiertos han surgido como una fuente significativa de conocimiento y ventaja competitiva.
El Manifiesto Agile (Agile Manifesto) es un documento fundacional que ha revolucionado la forma en que se desarrollan proyectos y productos en el ámbito de la tecnología y más allá. Concretamente, surgió en febrero de 2001 cuando un grupo de expertos en desarrollo de software se reunió para discutir métodos alternativos a los enfoques tradicionales de gestión de proyectos. El resultado fue el Manifiesto Agile, que establece los valores y principios fundamentales que guían el desarrollo ágil.