Valencia – Edurne Pasaban descubre el camino hacia el éxito en ESIC

El campus de ESIC en Valencia fue el escenario en el que el 15 de septiembre se analizaron las claves para alcanzar el éxito y superar los obstáculos en el camino hacia la meta. En esta ocasión, ESIC contó con la presencia de Edurne Pasaban, alpinista que, actualmente, combina su carrera deportiva con el mundo empresarial, donde ejerce como conferenciante y coach tanto para empresas a nivel nacional e internacional como para entidades deportivas, culturales y educativas. Durante su conferencia titulada Expedición al Éxito: alcanzando objetivos y superando dificultades, Edurne transmitió su aprendizaje vital a través de las experiencias en la montaña, en entornos hostiles, llenos de incertidumbre y cambios, similares a lo que se pueden encontrar en nuestro día a día profesional.

Marcos Laguía, director de Marketing y  Comunicación de ESIC Valencia fue el encargado de presentar el evento, resaltando la trayectoria deportiva y empresarial de Edurne Pasaban. Seguidamente, tuvo lugar la intervención de Jesús Policarpio, alpinista, empresario y antiguo alumno de ESIC. Policarpio, señaló que existe una gran conexión entre la montaña y la empresa. “La actitud y el valor son los dos aspectos que me he llevado de la montaña para aplicarlo en mi día a día como director general en mi empresa. Sin valores, difícilmente crecen las personas y, sin personas, no crecen las empresas”. Sus palabras constituyeron el prólogo perfecto para la conferenciante.

Edurne descubrió la montaña de la mano de sus padres en los Pirineos. A los 17 años se fue por primera vez a los Alpes para iniciarse en el alpinismo. Un año después, en Ecuador realizó ascensiones a montañas de 6000. Finalmente, en 1998 viajó a Himalaya por primera vez y, desde entonces, las expediciones a montañas de más de 8000 metros ha sido una constante en su vida. El último proyecto empresarial de Edurne es una agencia de viajes donde junto a un equipo de profesionales, organizan viajes a medida para dar a conocer su pasión por el País Vasco y los Pirineos.

Antes de iniciar su conferencia, Edurne Pasaban animó a los presentes a tomarse un tiempo con los ojos cerrados para reflexionar sobre su sueño personal o profesional. A continuación, desgranó las claves necesarias para lograr ese reto. Para ello, durante toda su intervención estableció un paralelismo con su objetivo vital: ser la primera mujer de la historia en coronar las 14 cimas de más de 8000 metros del planeta.

En la mochila hacia el éxito, Edurne señaló que es necesario incluir diversos ingredientes: la ambición, no entendida en el sentido peyorativo, sino como estímulo para progresar hacia el objetivo; el afán de superación, que debe contemplar la autocrítica para aprender de los errores; el hambre por el éxito y, finalmente, la pasión. También subrayó la importancia del miedo y del compromiso con el sueño que se desea alcanzar. “El miedo es un buen compañero porque nos mantiene alerta y el compromiso nos ayuda a centrar las acciones para lograr nuestra meta”.

En el camino hacia nuestros sueños, Edurne señaló la importancia de contar con un buen equipo. “Los buenos equipos deben estar formados por buenas personas que estén ahí cuando más los necesites y no te defrauden”. Para que un equipo funcione correctamente, todos los miembros deben tener una visión compartida. “Los colectivos en los que el objetivo individual prevalece sobre el objetivo común no son equipos, son grupos”, destacó.

Además, remarcó la necesidad de comunicar perfectamente los objetivos a todos los miembros del equipo. “Es imprescindible ser transparente. No hay que ocultar información a los integrantes de un equipo porque la confianza se pierde en cinco segundos”. Llegados este punto, la forma de recuperar la confianza pasa por abordar conversaciones pendientes que no siempre son fáciles de afrontar.

Sumar talento, adaptarse al cambio, reinventarse y cómo encontrar la motivación en el día a día fueron otras de las enseñanzas que Edurne Pasaban mostró a través de sus de sus vivencias en la montaña y que pueden trasladarse al entorno profesional y cotidiano. En este punto, cobró especial relevancia su ascenso al Kanchenjunga, momento que describe cómo "uno de los más difíciles de mi vida".

Finalmente, cerró su intervención con una rotunda afirmación: “Todo lo que os propongáis está vuestras manos”.