En este momento aparecen coaches por todas partes. Se ha convertido en una habilidad común de mucha gente que se auto proclaman coaches o logran un diploma que les acredita como profesionales del coaching. De esta manera estamos sufriendo cierta devaluación de las técnicas de coaching por exceso de uso. El coaching nació en el entorno de los deportes, al menos en su última versión, y se trasladó pronto a las empresas, centrado en grandes ejecutivos.
Antes (de la pandemia) era imposible escribir un artículo sin hacer referencia al cambio vertiginoso en el que vivimos inmersos. Ahora hay que añadir la incertidumbre para darle color al cuadro. ¿Qué hacemos cuando no sabemos qué hacer? Una de las respuestas es investigar. Por eso es necesario que todos los graduados tengan entre sus competencias aquellas vinculadas a la investigación. Pero la investigación debe solucionar problemas, aunque sea de manera indirecta. Una investigación que no se pueda aplicar (en el sentido amplio del término) contribuye poco.
Algunos modelos de información parecen diseñados para terminar con la atención: mientras veo las noticias, me cuesta no perderme. En la pantalla hay un locutor. Debajo de él se encuentra una barra por la que van pasando titulares de otras noticias. Detrás veo imágenes de la noticia que está dando, pero que reconozco de otra noticia que han emitido hace una semana. En la parte superior de la pantalla otra barra anuncia más noticias que pasan a un ritmo más lento; me parece recordar que son declaraciones de políticos.