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La importancia de dormir para aprender o las ventajas de la mala memoria, entre las lecciones de Barbara Oakley
La experta en Educación aclaró algunos de los mitos que rodean la memoria humana y destacó la importancia de la enseñanza cara a cara
¿Cuál es la mejor forma de enseñar? ¿Cómo podemos ayudar al alumnado que se frustra ante las dificultades del aprendizaje? A esas y otras preguntas dio ayer respuesta la experta en Educación Barbara Oakley en una conferencia que ofreció en el campus de Pozuelo de Alarcón (Madrid) de ESIC Business & Marketing School.
Titulada “How Neuroscience Is Changing What We Know about Learning: Practical Insights for Instructors”, la charla giró sobre los misterios del cerebro y la memoria humana. Oakley, que repasó parte de su interesante vida al inicio de la conferencia –desde su paso por el Ejército de Estados Unidos a su trabajo como experta en comunicaciones en la Estación del Polo Sur en la Antártida-, explicó que “la mejor forma de enseñar es cara a cara”. Profesora de Ingeniería en la Universidad de Oakland en Rochester, Oakley ve en las metáforas una herramienta fundamental para que su alumnado pueda aprender ideas clave.
Además, la experta abordó cómo funciona el cerebro y cuáles son sus dos modos principales de funcionamiento. El primero es el modo focalizado, en el que se activa una red neuronal limitada, relacionada con la realización de tareas. El segundo es el modo difuso, en el que los pensamientos son más aleatorios. Cuando aprendemos, la mente cambia de un modo a otro, algo fundamental para fijar la enseñanza. Por eso, según Oakley, es también importante dormir y descansar, ya que, durante ese tiempo, se crean nuevas conexiones neuronales que afianzan lo aprendido.
Oakley también quiso romper algunos mitos sobre el aprendizaje y la capacidad de memoria de las personas. Y es que, según la profesora, “una mala memoria puede presentar una ventaja en el pensamiento creativo”. Tal y como explicó en la charla, una persona con mala memoria de trabajo –que es similar a la memoria de corto plazo, la que nos ayuda a recordar pequeñas cantidades de información de forma temporal- es frecuentemente una persona mucho más creativa. Tampoco un aprendizaje lento es malo en sí mismo, ya que puede significar un entendimiento mucho más profundo de las cosas que el de quienes las entienden de una forma más rápida.