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ESIC News

Madrid Campus
Enero 2016

Groupthink

Publicado por: Institución
Groupthink

Desde hace muchos años me preocupan los estragos que causa en los grupos el denominado pensamiento grupal (groupthink). El groupthink es sin duda un problema importante que amenaza el funcionamiento sano de cualquier grupo humano.

Técnicamente el pensamiento grupal es una patología que afecta a la toma de decisiones y a los procesos de cambio en los grupos. Su principal característica es la búsqueda de la unanimidad en el pensamiento y la eliminación absoluta y sistemática de cualquier alternativa posible, independientemente de su viabilidad y/o conveniencia. Podríamos decir que es la supresión del pensamiento individual y racional de los miembros de un grupo en aras de un pensamiento único, normalmente impuesto abiertamente por un sujeto que ostenta una gran influencia o poder explícito. Según Barbero el groupthink se caracteriza por generar estereotipos (categorizaciones muchas veces infundadas sobre otros grupos), por la autocensura (presión directa sobre los que se cuestionan algo, considerados “no alineados” o “disidentes”), por pensar firmemente que el propio grupo es superior a los otros (incluso moralmente), por creer que al grupo nunca le pasará nada (invulnerabilidad) y finalmente, por una curiosa y enfermiza ilusión de unanimidad (“¡vaya! todos estamos de acuerdo”).

Cuando Lewin empezó a estudiar las dinámicas de los grupos, nos advirtió de las condiciones necesarias para una buena toma de decisiones grupal, describiendo los problemas a los que se enfrentan los grupos, desde comités de dirección a altos mandos militares. Lewin se centro en la importancia de cosas como investigar los hechos (análisis) y evaluar de forma objetiva las alternativas posibles; sin olvidar el papel fundamental de la cohesión del grupo y la motivación de los miembros por seguir perteneciendo al grupo. En principio que la cohesión del grupo sea relativamente alta es algo bueno, ya que puede generar dinámicas positivas (solidaridad, simpatía…) pero el exceso de cohesión puede acabar generando patologías como el grouptkink.

Por otro lado, Janis se planteó cómo era posible que grupos de personas brillantes e inteligentes puedan en muchas ocasiones tomar tan malas decisiones y mostrarse tan absolutamente incapaces de evaluar correctamente tendencias y cambios evidentes. Janis consideró que en muchas ocasiones el responsable no era otro que el groupthink, que tiende a producirse cuando mantener un ambiente agradable dentro del grupo es algo más importante que tomar buenas decisiones. ¿Quién no ha escuchado después de una reunión frases como: “no he dicho nada, pero no estoy de acuerdo con la decisión que hemos tomado”?. Perfecto, no has dicho nada para defender tu posición, ni has tenido el coraje de plantear nuevas alternativas, por miedo a la autocensura del grupo, has sido presa del groupthink. Pero no nos engañemos, ante el pensamiento grupal la mayoría de la gente no suele mostrar ni la más mínima duda. El drama del groupthink es que deteriora la eficiencia mental de los individuos y su capacidad para evaluar la realidad y hacer juicios morales.

Pensemos simplemente en las dinámicas que se produjeron en los consejos de administración de algunas Cajas, en los que quién más quién menos calló ante decisiones de alto riesgo y baja moralidad. Lo único importante para los miembros de esos grupos era mantener el status quo, posición y retribución (las famosas “tarjetas black” son claras inductoras del groupthink). Lo demás era lo de menos.

Finalmente decir que el pensamiento grupal se ha estudiado en todo tipo de organizaciones y sabemos que sus mejores predictores son: la homogeneidad de los individuos (¡qué buena es la diversidad!), el aislamiento del grupo (para que no influya el pensamiento de “los otros”) y el liderazgo autoritario. Sin olvidar que Janis determinó tres factores más: la alta cohesión grupal, la existencia de un contexto estresante (la velocidad de las decisiones se impone a la conveniencia y precisión) y los fallos estructurales (carencias en los procedimientos de control); y precisó los tres síntomas del groupthink: la sobreestimación del propio grupo, la mentalidad cerrada y la presión de conformidad.

¿Cuántos de estos síntomas ves en tu empresa/organización? ¡Atácalos!

Juan Carrión Maroto

Profesor de ESIC

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