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ESIC constata cómo la vocación emprendedora sigue al alza entre los universitarios andaluces
“Con el paso de los años, la entrada en la crisis y la incipiente salida, se aprecia que cada vez menos jóvenes quieren trabajar por cuenta ajena. La crisis ha provocado una indudable precarización del empleo. Los jóvenes ya no quieren trabajos precarios por salarios muy bajos y jornadas maratonianas”. Esta afirmación argumentada por el director de ESIC Andalucía, Ignacio de la Vega, aporta valor a los datos de la XIV Encuesta sobre vocación emprendedora en Andalucía, que recoge que un 36,6% de los estudiantes universitarios tienen pensado iniciar un negocio propio cuando acaben su formación.
La presentación de esta encuesta ha puesto de manifiesto, además, que solo el 18,9% de los encuestados desean trabajar por cuenta ajena, en un acto que ha contado con la presencia del secretario general de Economía de la Junta de Andalucía y presidente de Andalucía Emprende, Gaspar Llanes; del secretario general de la Confederación de Empresarios de Andalucía, Antonio Carrillo y de la directora de Relaciones Institucionales de Heineken España, Ada Bernal.
Entre las principales motivaciones que fundamentan ese 36,6% de futuros emprendedores (un 5% más que hace un año) destacan puesta en marcha de las propias ideas, la intención de luchar por un proyecto propio e innovador, el deseo de independencia y la consecución de un reto personal. Y, como ha resumido De la Vega, “el motivo económico por supuesto que influye, pero también el deseo de aportar valor”.
La encuesta, que se basa en las respuestas de 1.100 universitarios de todas las provincias andaluzas, también refleja el principal obstáculo que determinan para emprender: las dificultades para encontrar financiación. Y, en este sentido, se diferencian dos tipos de escollos: para los emprendedores, dificultad de financiación y falta de experiencia; para el resto, el riesgo y la falta de formación.
Otro dato que es ligeramente superior al pasado año es que el 40% de los emprendedores ya han iniciado acciones para definir su proyecto empresarial. Así, la encuesta determina tres tipos de emprendedores: los que tienen vocación, los que tienen necesidad y los que aportan ideas innovadoras y creativas desde dentro de las empresas para la que trabajan. Y da cuenta de los principales factores psicológicos de quienes son más propensos a montar su propia empresa: creatividad, proactividad y aversión al riesgo.
La vocación emprendedora, según el estudio, cuenta con un importante efecto contagio, ya que un 62% de quienes tienen pensado crear un negocio tienen en su entorno a empresarios. Y, en este caso, el papel fundamental de la universidad de muestra fundamental. El informe considera claramente que los profesores con experiencia empresarial podrían formar mejor a los estudiantes, “algo tremendamente relevante para ESIC y una de las grandes ventajas competitivas de nuestras ofertas educativas en el ámbito universitario, como llevamos años haciendo en las comunidades de Madrid, Cataluña, Aragón o Valencia”, ha recalcado De la Vega.
Por último, el director de ESIC Andalucía ha resumido la encuesta en cinco conclusiones: crecimiento de la vocación emprendedora, la puesta en marcha de ideas como principal motivación, el obstáculo de la falta de financiación, el entorno como agente fundamental para emprender y la necesidad de que la universidad conecte con el emprendimiento.