El tipo de vida que llevamos actualmente nos mantiene en estados de tensión y estrés prolongados, lo cual nos hace perder “focalización”, reduce nuestros niveles de eficiencia, provoca malestar físico y mental, nos hace más infelices -por lo que también rendimos menos o peor- y nubla nuestra capacidad de ver la realidad tal como es.
A través de la atención plena (Mindfulness) logramos revertir esos estados y llevar la atención al presente, para vivir en el “aquí y ahora” con plenitud, creando una nueva relación con los pensamientos y las emociones que generamos en nuestra mente.