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Foro Digital.- Nuevos fundamentos en los modelos de negocio digitales: en busca de la singularidad
Transformación digital: en busca de la singularidad
Manuel Balsera se declara un experto en formular las preguntas adecuadas a su equipo. Y cuando habla de transformación digital y nuevos modelos empresariales, esas preguntas se le agolpan en la boca ¿qué? ¿cuándo? ¿para quién?... Hay que cuestionarlo todo, reinventarse, modificar el ADN de las empresas y cambiar el foco. En este momento, más importante que las respuestas, son las preguntas.
Y, entre todas, una fundamental ¿cómo enfrentarse al cambio de paradigma? Para empezar, asumiendo que la transformación no es una opción, es ‘la opción’ para seguir en un mercado donde ya no hay reglas. Estamos en la era de lo que Balsera denomina la ‘Anarcoeconomía’.
En el último Foro Digital de la Cámara de Bilbao-ESIC Business & Marketing School, el Director del Master en Digital Business de ESIC y Vicepresidente de AMC Neworks, la mayor compañía del mundo de producción de contenidos audiovisuales, expuso los nuevos fundamentos de la economía digital.
Tal y como recordó los nuevos negocios digitales han alterado de tal forma el status quo empresarial que han derrocado los principios más sólidos de la gestión empresarial. Ahora el consumidor está profesionalizado, es a la vez cliente y competencia, y las ‘cosas’ están tomando decisiones vinculadas al consumo. Un consumidor que ya no ‘atesora’ sino que comparte, disfrute, hace trueque…
En este nuevo escenario «la propiedad es secundaria, lo verdaderamente importante es el servicio», aseguró Balsera. Ya no hay transacciones económicas, ahora hay relación con el público, con el consumidor. El precio ha dado paso a la monetización y el inventario ha desbancado al producto. Es la hora de inventariar personas –como Facebook- información –como Google- o productos –como Amazon-.
Marketing vs socialización
La ‘Anarcoeconomía’ también ha acabado con uno de los pilares fundamentales de la gestión empresarial: el marketing, tal y como se ha entendido hasta ahora. «El objetivo de una empresa es socializar, atraer a gente para que a su vez atraiga a más gente», advirtió el experto. Ahora el objetivo es «despachar» el mejor producto y la mejor experiencia del usuario, lo que favorecerá su socialización y por lo tanto el crecimiento.
En este nuevo escenario el tiempo es más importante que el espacio, es «el único activo». Tiempo de respuesta, de transacción… ¿Un buen escaparate con un producto para miles de personas? No, un escaparate que cambie, que se adapte a cada consumidor a cada momento y, además, se busca a «todos los consumidores, en todos los sitios, todo el tiempo». Adiós a los modelos de distribución, al target y a la segmentación.
Conocer al consumidor
El experto destacó en su charla que el producto es ahora el dato y saber interpretarlo. «Lo más valioso es el conocimiento que tenemos de los consumidores» y lo que quieren en cada momento. Algo a lo que solo pueden responder las empresas ‘líquidas’ con capacidad de adaptación y ductibilidad.
Hay que ser «productivos y reactivos» para ofrecerle algo único y no estandarizado. Y, sobre todo, es necesario buscar la singularidad entendida como la capacidad de mejora continua. El modelo de negocio digital «se regenera recurrentemente» y para ello necesita creación y autogeneración continua.
La máxima preocupación de estos modelos es mantenerse a «la vanguardia constantemente» bien por medios propios, bien a través de otras empresas que le ofrezcan esta regeneración continua. Por ello, «el aprendizaje es un estado constante» y la generación de sistemas de aprendizaje «una necesidad».
En definitiva los elementos fundamentales de los nuevos modelos digitales se basan en observar datos e intentar comprenderlos para cuestionarlos, para preguntarse por todo, el qué, el quién, el dónde… para cambiar el ADN. Porque esto de la transformación digital va de romper para construir, de disrupción. «Identificar los elementos, construir un producto, testar permanentemente todo, modificar y mejorar y crear algo claramente superior que supere las expectativas», resumió Manuel Balsera. «Es un proceso de escucha y prueba, es la singularidad».