La Corporación Tecnológica de Andalucía decidió en 2018 realizar un proceso de transformación cultural, revisión estratégica y adaptación táctica para garantizar que daba el máximo valor a los clientes en la gestión del I+D+i y a la sociedad en su conjunto, generando riqueza. Para ello, revisó la totalidad de los “proyectores culturales”, hizo reingeniería de sistemas, procesos y procedimientos con la obsesión de dar el máximo valor, y adecuó la comunicación y el marketing con la máxima implicación de los profesionales de la organización.
CTA es el aliado estratégico para innovar, y ayuda a las empresas, universidades, administraciones y otras entidades a cumplir con éxito sus objetivos en I+D+I y a transformar en riqueza los resultados.
Fundada en 2005 con el impulso de la Junta de Andalucía, es una fundación privada para favorecer la innovación y está integrada por 170 empresas miembro.
Los ejes de la actividad son: la financiación, el asesoramiento, los estudios e informes, el apoyo reputacional, el “mentoring” en la internacionalización de la I+D+i, y la Compra Pública de Innovación. Servicios de alto valor añadido, en suma, que en los últimos tiempos tienen gran relación con la gestión de los fondos europeos Next Generation y la gestión de proyectos europeos.
En 2018, CTA decidió en 2018 realizar un proceso de transformación cultural, revisión estratégica y adaptación táctica a fin de garantizar que daba el máximo valor a los clientes en la gestión del I+D+i y a la sociedad en su conjunto, generando riqueza. Para ello, revisó la totalidad de los “proyectores culturales”, hizo reingeniería de sistemas, procesos y procedimientos con la obsesión de dar el máximo valor, y adecuó la comunicación y el marketing con la máxima implicación de los profesionales de la organización.
Así, CTA revisó los “proyectores culturales” (asegurándose que había coherencia con el propósito en el servicio brindado y la imagen proyectada, con coherencia y consistencia), los sistemas de información (con obsesión clientecéntrica, midiendo y auditando los aspectos clave del valor agregado), generó un sistema de vigilancia económica y de mercado (comparándose con la competencia).
Del mismo modo revisó los “journeys” de todos los perfiles de cliente y los procesos relacionales con todos los “stakeholders”, ajustó sus políticas de precio y producto-servicios, adaptando con ajuste fino los planes relacionales con las empresas miembro y con los demás clientes de la corporación (adaptando cada detalle a la máxima generación de valor y a la obsesión por brindar experiencias coherentes con el propósito corporativo).
Así, finalmente, CTA revisó al detalle cada elemento de comunicación: adaptando la web a la nueva cultura clientecéntrica, realizando nuevos manuales de empleado, ajustando procesos mediante formación, revisando soportes comunicacionales, redefiniendo la política de eventos y automatizando los procesos de menor valor agregado (que no necesitan asesoría humana).
El resultado, hoy, es innegable y CTA ha mejorado muy significativamente en todos y cada uno de las ratios de medida del cumplimiento de su propósito corporativo, de un lado, y de satisfacción del cliente con la experiencia brindada, por otra parte.
CTA fue acompañada en este proceso por la consultora MdS Marketing liderada por el profesor de ESIC Juan Carlos Alcaide (que lo es desde 1994).
Quien expondrá este caso de éxito será Vanessa Moreno, DIRCOM de CTA Andalucía y presidenta andaluza de la Asociación de Directivos de Comunicación