NOTAS DE PRENSA
ESIC University impulsa la educación emocional en su XXXI Encuentro de Centros de Enseñanza
- El evento reunió a educadores y expertos para abordar los retos emocionales y sociales de los estudiantes.
- El encuentro se centró en la educación emocional aplicada, un tema crucial para enfrentar los retos de una generación en constante evolución.
Madrid, 7 de octubre de 2024.- ESIC University ha celebrado con éxito la trigésimo primera edición de su Encuentro de Centros de Enseñanza en el campus de Pozuelo de Alarcón, Madrid. Este evento anual, dirigido a educadores y profesionales del sector educativo, marca el inicio del curso académico y tiene como objetivo reforzar la colaboración entre centros educativos, docentes y expertos en el ámbito formativo.
Este año, el encuentro se centró en la educación emocional aplicada, un tema crucial para enfrentar los retos de una generación en constante evolución. La jornada se inauguró con una bienvenida institucional por parte de Eduardo Gómez Martín, presidente de ESIC University, quien destacó: “Nuestra misión reza transformar personas para hacer un mundo mejor, y creo que, para inspirarnos, hemos de recordar el profundo significado de las palabras que definen nuestra labor, ya que enseñar no es solo transmitir conocimientos, sino marcar corazones y mentes con las herramientas necesarias para enfrentar el futuro con confianza y propósito”. Por su parte, Ana Ramírez de Molina, viceconsejera de Universidades, Investigación y Ciencia de la Comunidad de Madrid, añadió: “Desde la Comunidad de Madrid queremos apoyar, todo lo que podamos, estas iniciativas, como la de hoy, esas iniciativas de cambio de experiencia, de cambio de conocimiento, porque sabemos que, solo trabajando juntos, vamos a poder afrontar el cambio y los desafíos sociales que ahora mismo nos encontramos en nuestra sociedad”.
A continuación, Ramón Arilla, rector de ESIC University, reflexionó sobre los retos actuales que enfrentan los centros educativos, comentando diferentes respuestas que hizo a las personas dedicadas a la educación y concluyó en el propósito de por qué se dedican a la docencia: “Nos dedicamos a la docencia porque podemos generar un cambio en las personas a largo plazo, porque todos queremos que sean mejores de lo que son ahora”. El rector de ESIC University terminó su intervención con los retos que tiene el sector educativo a día de hoy, haciendo especial énfasis en que el deber de la educación es centrarse en el crecimiento de todos los estudiantes y poder garantizar un futuro mejor.
Uno de los momentos más destacados del evento fue la ponencia de Rafael Guerrero, psicólogo experto en inteligencia emocional, quien ofreció herramientas prácticas para fomentar el desarrollo emocional en niños y adolescentes. Guerrero comentó que “tenemos que decir que somos analfabetos emocionales, salvo que mamá o papá, salvo que los educadores, salvo que nosotros, los maestros y profesores, pongan las emociones a un proceso educativo para ejecutar las emociones. Entonces, analfabetizamos las emociones. Este es el recorrido que tenemos que llevar a cabo. Y cuando alfabetizamos las emociones, podemos decir que somos inteligentes emocionales. Pero esto, como bien sabéis, lleva muchos años. En este sentido, la inteligencia emocional es una carrera de por vida. Estamos constantemente aprendiendo a gestionar nuestras emociones”. Rafael Guerrero abordó la necesidad de entender la importancia de la inteligencia emocional en el desarrollo de los niños, destacando que los niños pequeños están en un proceso de aprendizaje de esta habilidad. Además, cómo funciona cada parte del cerebro en relación con nuestras emociones y necesidades. Rafael, añadió: “una emoción es una reacción subjetiva a estímulos del entorno o de la propia mente, y se diferencia de sentimientos más complejos. Todas las emociones ocurren de manera irremediable, no existe un control sobre ellas, pero sí que se pueden aprender diferentes estrategias para poder gestionar las emociones y, eso, es alfabetización emocional”.
La ponencia del psicólogo concluyó con una importante reflexión, donde destacó que “para poder crear un ambiente de confianza, hay que mirar a los ojos y ser capaces de escuchar. Validando las emociones de los demás, sin juzgarles, estamos ayudando a que se sientan escuchados y comprendidos. Además, las emociones son siempre legítimas y válidas, pero el comportamiento o las conductas que vienen con ellas pueden no serlo y es ahí donde debemos educar emocionalmente. Por último, para ayudar a alguien que está lidiando con emociones intensas, primero debemos calmarnos a nosotros mismos antes de ofrecer soluciones lógicas o racionales”.
La jornada finalizó una mesa redonda que abordó el cambio de paradigma en la educación y las expectativas de las familias respecto al sistema educativo. Entre los participantes se encontraban Juan Chávarri secretario general de CECE-Madrid, quien destacó que “en el contexto del sector educativo, hay una serie de inquietudes que debemos tener en cuenta, entre ellas se encuentra el gran descenso de la natalidad y la situación de constante violencia que estamos viviendo. Estamos en la era del descontento, del desencuentro y de la desconfianza. El punto de dolor más importante es creer en la seguridad de los niños: tenemos que escucharlos y educarles, incluyendo activamente la participación de las familias.” Por otro lado, Begoña Ladrón de Guevara, presidenta de COFAPA, subrayó que “los canales de comunicación entre las familias y los centros educativos deben ser lo más abiertos posible para generar confianza. Actualmente, vivimos en una sociedad desconfiada, y esa desconfianza en los colegios es lo peor que puede pasar, y para poder generarla es fundamental que haya unión, comunicación y tranquilidad entre todos los actores educativos, y debemos tener claro que las familias no pueden cargar solas con la responsabilidad de la educación; necesitamos que los centros sean un verdadero apoyo en el proceso”. Fue entonces el turno del padre Carlos Granados de Stella Maris College, quien reflexionó sobre el papel de los maestros en la formación de los estudiantes, como única figura insustituible, ya que tienen una responsabilidad crucial no solo en transmitir conocimientos, sino en moldear el carácter y las virtudes de los alumnos. Además, añadió que la relación entre los centros educativos y las familias tiene un gran impacto en el proceso educativo y debe abordarse con una visión colaborativa: “En lugar de centrarnos solo en los valores, debemos enseñar a los estudiantes a desarrollar virtudes como la prudencia, la justicia, la fortaleza y la templanza, que han sido pilares de la humanidad durante siglos. Las familias están excesivamente preocupadas por las notas, cuando el verdadero objetivo debe ser formar individuos sabios y no solo estudiantes capaces de hacer exámenes".
Posteriormente Marc Masip, psicólogo y director del programa Desconect@, destacó la preocupante falta de asertividad entre los adolescentes, que es lo que les impide decir 'no' ante situaciones problemáticas o tentaciones. Además, "el uso excesivo del móvil, las redes sociales y los videojuegos está causando un aumento de la dependencia tecnológica y problemas asociados, por lo que es urgente que existan leyes estatales que regulen el uso de la tecnología entre los menores, algo que los centros educativos no pueden controlar por sí solos. Aunque a veces se evita hablar de prohibiciones, en los centros educativos es fundamental establecer límites claros para proteger a los jóvenes. Estamos ante los índices de suicidio adolescente más altos de la historia, una realidad que los centros educativos están tratando de afrontar”, añadió. Por último, Abel Monfort, vicerrector de Investigación e Innnovación en ESIC University, que fue el encargado de concluir la mesa redonda y reflexionó sobre la importancia de que las instituciones educativas deben esforzarse para ser más accesibles y cercanas a los estudiantes para entender sus necesidades estableciendo mecanismos que compensen las posibles desventajas que los estudiantes puedan enfrentar en su proceso educativo. Cerró la mesa redonda añadiendo que, “las instituciones debemos adaptar los objetivos para responder a las expectativas y realidades actuales de las familias. La educación debe centrarse no solo en el rendimiento académico, sino también en el desarrollo personal y emocional de los estudiantes, para que la futura colaboración con el sector empresarial facilite oportunidades que retroalimenten el desarrollo de los estudiantes.”
El XXXI Encuentro de Centros de Enseñanza de ESIC University no solo fue un espacio para compartir conocimientos, sino que también fortaleció los lazos entre los profesionales del sector, creando un entorno propicio para compartir ideas y explorar posibles proyectos conjuntos para el futuro.