La importancia del derecho penal en Esic

Por Eduardo de Urbano, exmagistrado y abogado of counsel en Kepler-Karst

La organización de todo Estado se asienta en su sistema legal: las leyes, las instituciones y su aplicación. Estas constituyen el orden civil y el penal, las dos vigas maestras del edificio jurídico.

En los últimos tiempos se ha producido el fenómeno de la expansión del derecho penal, que ha hecho aparecer, además de una redoblada preocupación por la seguridad y la necesidad de castigar los comportamientos más graves para la convivencia social, nuevas modalidades del derecho penal especial.

Por eso, podemos decir que el derecho penal está de moda y ya no hay ningún sector de la sociedad que escape a su regulación (el derecho deportivo, el derecho alimentario, la seguridad vial, las relaciones laborales, el mundo empresarial, el medio ambiente, la cibernética, etc.).

Nos encontramos, además, ante la globalización, que origina una delincuencia trasnacional, así como ante el derecho penal de riesgos, propio de la sociedad actual, definida como una «sociedad de riesgos» (Beck) y ante un catálogo de temas de la máxima actualidad en el ámbito penal, como son la violencia de género, la responsabilidad penal de las personas jurídicas, los delitos de odio, la delincuencia de menores o los delitos informáticos que van creciendo de forma imparable.

Pero el derecho penal se encuentra también ante una encrucijada: populismo punitivo vs. formas no represivas del delito. De un lado, tenemos a un legislador que busca en el derecho penal, con nuevos tipos delictivos y penas más elevadas —pensemos en la pena de prisión permanente revisable—, las soluciones que no encuentra en otros sitios (huida hacia el derecho penal).

Y, de otro, hay propuestas para un tratamiento distinto a la tradicional represión de la delincuencia, como son la justicia restaurativa, que pone el foco en la víctima; la mediación penal, que trata de interceder entre la víctima y el infractor; o la justicia negociada, con sentencias de conformidad que ahorran costes y reducen las penas del condenado.

Formación integral en derecho penal en ESIC

En todo caso, el derecho penal está en el centro del eterno desideratum de luchar por una justicia más imparcial. Y, aunque está considerada como la última ratio o el último recurso para dar respuesta solo a los más graves atentados a los bienes jurídicos fundamentales, la justicia necesita desde hace tiempo más medios (personales y materiales), pues, como dijera B. J. Maier, «la única respuesta razonable para este fenómeno sería la expansión correlativa del servicio estatal de persecución y ejecución penal».

Esic ofrecerá Derecho Penal en tres cursos, empezando por sus fundamentos en el primer año del grado, siguiendo por el estudio de los delitos y sus penas en segundo y concluyendo en tercero con la asignatura Práctica Procesal Penal.

De ese modo, se tendrá una panorámica completa, con incidencia en sus aspectos prácticos y de mayor actualidad, como son los delitos informáticos, la prueba electrónica o las medidas cautelares para proteger a las víctimas de los excesos en las redes.

El programa, sin duda, proporcionará un conocimiento suficiente de esta importante materia jurídica y aspira a despertar vocaciones en la jurisdicción, que genera el mayor número de asuntos de todos los órdenes jurisdiccionales (en 2022 fue casi el 50 por 100 de los asuntos ingresados en los órganos judiciales españoles).

¿Estás listo para comprender estos desafíos y explorar soluciones innovadoras como la justicia restaurativa y la mediación penal? ESIC te ofrece una formación integral con el Grado en Derecho y Newlaw. Empieza con los fundamentos y avanza hacia los aspectos prácticos más actuales. Inscríbete ahora en nuestros cursos y forma parte del cambio hacia una justicia más imparcial. ¡Tu futuro en el ámbito legal comienza aquí!