Cuando una empresa atraviesa una crisis, suelen surgir momentos de caos y dificultad. En estas situaciones, es imprescindible actuar de forma rápida y concisa, ya que de esta forma se puede evitar una crisis mucho mayor. No existe una única solución ni una solución simple.
A veces, cuando una crisis se avecina no sabemos identificarla, o no nos atrevemos a actuar por distintas razones, como el no querer actuar primero, porque esperamos lo mejor o dejamos que la experiencia pasada nos nuble. Sin embargo, aprovechar la ventana de recuperación actuando de forma veloz puede ayudar a minimizar el daño. Para actuar rápidamente, debes evaluar la situación para ver los diferentes puntos de vista, recopilar información de otras personas que puedan saber algo de importancia y elaborar un plan de acción para intentan minimizar los daños.
Por otro lado, actuar rápido tomando decisiones no es lo único que es importante hacer. En las empresas, cuando hay una crisis, es vital que en las primeras horas notifiquemos a los clientes y empleados para que actúen en consecuencia y para protegerlos.
A la hora de establecer un plan, es importante que expliques a tu equipo el por qué de la situación y el por qué hay que reaccionar. No te quedes en elementos superficiales, ya que los equipos que entienden qué está sucediendo improvisan mejor y están más motivados para realizar cambios difíciles. Tienes que liderar ese cambio, estableciendo planes flexibles de acción y una metodología agile para poder reaccionar a tiempo ante los problemas. Una buena idea podría ser establecer unas dailys para así ver como avanza el plan, que estamos haciendo bien y mal y corregir errores y desechar desperdicios. Tienes que mentalizarte que no se trata de elaborar un plan genial y enorme y que no existen soluciones perfectas.
A la hora de comunicárselo a tu equipo, debes de mandar mensajes claros, directos y sencillos, sin dejar opción a malas interpretaciones o incertidumbre innecesaria. Debes de ser honesto y no ocultar información que luego puede tornarse en una situación peor. Cuando los empleados afrontan una crisis, hay 3 preguntas que se hacen:
- ¿Estamos a salvo?
- ¿Mi trabajo se verá afectado?
- ¿Cuánto tiempo durará esto? Respecto a esta pregunta, igual que las otras, no solo significa eso sino algo más. En este caso, además de saber cuanto se va a alargar, también quieren comunicarte que están bajo mucha presión.
- ¿Cuándo sabremos más?