Cuando una compañía se aproxima a un cambio, suele generar ansiedad y estrés entre los trabajadores debido a la incertidumbre de lo que se aproxima. Pueden surgir sentimientos conflictivos y o sentimientos de rechazo hacia dicho cambio. Para combatir estas situaciones y conseguir sacarlas delante de la mejor manera posible, es fundamental saber que sentimientos estas experimentando, nombrándolos para así poder trabajar con ellos y no que ellos trabajen contra ti. Investigaciones han revelado que las personas que escriben su día a día, sentimientos, etc. en un diario, obtienen una idea de sus sentimientos, además de manejar los obstáculos del trabajo de una forma más efectiva.
“La definición más simple de cambio es hacer o volverse diferente”. Para conseguir volverse diferente, tanto tu como los miembros de tu equipo han de ser diferentes, porque no se logran resultados diferentes teniendo la misma mentalidad y no actuando diferente. En este aspecto el concepto de resiliencia está cogiendo mucho peso en los últimos años. La resiliencia “es la capacidad de recuperarse de los desafíos, como los que puede enfrentar en tiempos de cambio constante”.
Cuando estás en un proceso de cambio, como líder del equipo vas a tener que desempeñar diferentes roles para sacarle el mayor partido a tus compañeros.
- Comunicar de forma sencilla y clara.
- Defensor.
- Entrenador.
- Bombero, preocupándose por la incertidumbre del equipo.
Como trabajador, es positivo el ofrecerse a ayudar en las tareas de cambio, involucrándose y no teniendo miedo a asumir responsabilidades. Sin embargo, es el líder del equipo es el que tiene que fomentar una metodología de trabajo ágil, apoyando que los trabajadores se sientan involucrados en los procesos de cambio y puedan también proponerlos. Para ello es fundamental que los trabajadores se sientan valorados y crees un entorno en el que puedan asumir riesgos y se vean más cómodos haciéndolo. Para ello, pude:
- Establecer unos límites en los que delimites bien hasta donde pueden llegar.
- Muéstrate accesible y respetuoso con los miembros del equipo ante propuestas y nuevas ideas.
- No actuar como si tu nunca cometieses errores. Hay que normalizar los errores como un método de aprendizaje.
- Muestra interés en el resto del equipo y sus ideas.
Está demostrado que el que los miembros del equipo se sientan más seguros respecto al cambio, aumenta el compromiso, productividad y creatividad.