La desigualdad social es un término muy utilizado en los últimos años en todas las sociedades, cierto es que un mundo utópico en el que todos somos felices y tenemos lo que queremos es imposible. No obstante, debería ser justo que cada uno pudiera alcanzar sus sueños y llegar hasta donde sus capacidades y esfuerzos le permitan, pero ¿Qué estamos haciendo mal?
Cuando escuchamos el término desigualdad social no siempre se entiende su significado, sus implicaciones ni el impacto negativo que genera en la sociedad.
Muchas veces se asocia solo a la falta de oportunidades que reciben ciertas personas por pertenecer a una cultura, origen, religión o genero diverso. Igual la simplificación de un problema tan grave es la causa del mismo problema.
¿Por qué no somos conscientes de los problemas que puede atraer un mundo desigual?
A la desigualdad social hay que hacerle frente, debemos remar todos a una, familias, empresas, gobiernos y topo tipo de comunidades, ya que aunque a simple vista uno no vea el problema, si investigas sobre el mismo te das cuenta del daño generado en las sociedades: Fuente de conflictos, menor acceso a recursos de los más desfavorecidos, mayor nivel de pobreza, atraso económico, etc…
La desigualdad infantil.
Es importante hacer hincapié en la desigualdad que se genera al principio de nuestras vidas, en la etapa infantil, ya que partiendo de esta, el resto de toma decisiones personales va a estar influenciada negativamente.
A edad temprana, la desigualdad social permite que los niños y las niñas que han nacido en un país determinado, de raza diferente, según el género que tengan y de la religión que sean, entre otros aspectos, se vean sometidos a desventajas en el desarrollo de sus capacidades.
No todos los niños reciben una educación buena, incluso en ciertos países muchos niños no se les permite acceder a la escuela. Por otra parte, muchos niños son juzgados o discriminados por los aspectos comentados anteriormente sin que esto sea responsabilidad suya.
El desarrollo del talento y las capacidades.
El talento no se encuentra siempre dentro de un grupo sociocultural concreto, ni en los hombres, ni en las mujeres. El talento se desarrolla en diversidad, ofreciendo las mismas oportunidades a quien por capacidad y esfuerzo se lo merece.
Un sistema de becas no soluciona el problema, ya que la educación no solo se recibe en las escuelas, también en las casas.
¿Si un padre o una madre no consigue conciliar su vida laboral y familiar por las condiciones de su trabajo, como va a educar a su hijo? ¿Cómo va a cambiar de trabajo si no tuvo la oportunidad de formarse porque tuvo que trabajar de joven para llevar el pan a casa?
Las consecuencias son evidentes.
¿Cómo podemos corregir estos problemas?
La respuesta es clara, mediante cooperación de unos países con otros, de unas personas con otras y de unos gobiernos con otros.
Para poder reducir la desigualdad social será fundamental generar una consciencia de las causas y consecuencias que la generan, y los pasos a seguir para reducirla.
Es por ello que las iniciativas de los ODS de la Agenda 2030 (Objetivos de Desarrollo Sostenible) lanzados por la ONU consisten en un plan de acción que permite aumentar el bienestar y la calidad de vida de todos los países en sus diversas perspectivas:
- Poner fin a la pobreza.
- Acceso a recursos como la comida, el agua limpia, la salud o la educación de calidad.
- Igualdad de genero
- Consumo sostenible y no contaminante.
- Empleo sostenible.
- Derechos humanos.
- Vida de ecosistemas.
Estas iniciativas permitirán combatir a la desigualdad social ya que permitirá aumentar el bienestar social de todos los miembros de la sociedad.
Cualquier acción será importante, ¡AYUDA AL PLANETA!