«Equidad» ese gran desconocido.

Tras la pasada sesión de «On the Edge» llegué a la siguiente conclusión: nuestra sociedad ya es igualitaria, lo que verdaderamente necesita para paliar la disparidad entre hombre y mujeres es equidad.

Si buscamos la palabra «igualdad» en la RAE encontraremos: «3. Principio que reconoce la equiparación de todos los ciudadanos en derechos y obligaciones.» Del mismo modo, si seguimos segmentando la definición y buscamos el término «equiparar» obtendremos la siguiente definición: «1.Considerar a alguien o algo igual o equivalente a otra persona o cosa.» Por tanto, en mi opinión estamos trasladando mal a la sociedad el verdadero fin que queremos alcanzar cuando hablamos de igualdad entre hombre y mujeres.

El término igualdad recoge que hombres y mujeres tengan las mismas oportunidades, condiciones y trato, sin embargo se olvida de un aspecto fundamental como pueden ser las particulares de cada uno de ell@s, es decir, se deben garantizar la igualdad de derechos y obligaciones teniendo en cuenta el factor particular de cada género.

Es por esto que el término equidad me parece mucho más correcto, ya que en su definición recoge: «Igualdad de ánimo». Si buscamos ´»ánimo»: «Valor, esfuerzo, energía.» Es aquí donde para mí coge sentido la palabra equidad a la hora de hablar de la lucha contra las disparidades entre géneros, ya que, tiene en cuenta factores propios de cada uno de estos y, a partir de ahí, busca la igualdad.

A partir de aquí, y aclarados los términos, daré mi opinión sobre la desigualdad que existe hoy en día. Pese al pensamiento que puedan tener algunos ciudadanos sobre lo que para ellos es la igualdad, creo que para paliar la diferencia entre hombre y mujeres se deben tomar medidas de equidad que tengan en cuenta las particularidades propias de cada género y así adaptarlas para favorecer la igualdad de derechos y obligaciones.

Por tanto y aunque suene contradictorio, podría llegar a la siguiente conclusión: hoy en día las desigualdades que existen son fruto de un concepto mal concebido de lo que es la igualdad, ya que, en mi opinión para que esta exista debe coexistir con la propia desigualdad, en función del ámbito en el cual nos situemos.

Me explico con un ejemplo: un hombre y una mujer optan a un puesto laboral en una explotación agraria. Mucha gente defenderá que la igualdad en este caso sería hacer un proceso de selección en el cual obtuviera el puesto el candidato que mejor se adapte a los requerimientos del mismo. Sin embargo, este pensamiento se aleja de lo que hemos definido como equidad, ya que, por razones obvias habrá determinados trabajos en los que el hombre por sus características naturales será más capaz y trabajos en los que la mujer por las suyas también lo sea.

En conclusión, verdaderamente para que exista igualdad, la desigualdad debe plantearse, adaptarse y aplicarse en función de cada situación, para así construir equidad y favorecer oportunidades, condiciones y tareas justas e igualitarias entre ambos géneros.

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