Gestión del cambio

Durante el transcurso del Master in Business Management, algo que nos ha quedado claro durante los diferentes módulos es que hoy día todo está cambiando a velocidades nunca vistas. Es por esto por lo que se le denomina entorno VUCA (volatilidad, incertidumbre, complejidad y ambigüedad). Por lo que todo lo anterior también se traslada a las organizaciones, las empresas deben de estar preparadas para sufrir repentinos cambios y saber redirigir el rumbo de la organización para su supervivencia. Es por todo lo anterior, que aprender habilidades para controlar situaciones de cambio las incertidumbres se pueden convertir en oportunidades empresariales.

El curso de Harvard ManageMentor: Change Management, nos ha proporcionado nociones para poder sobrellevar estas situaciones que tanta incertidumbre nos generan. Normalmente, solemos tener pensamientos negativos sobre nosotros mismos cuando nos tenemos que enfrentar a una situación desconocida, sin embargo, no debería de ser así, si no que se debe de trabajar el desarrollo de la resiliencia como la capacidad de afrontar tiempos constantes de cambios. Para ello, debemos ver el cambio como una oportunidad, preparar nuestro cerebro para aprender sobre situaciones nuevas y dominarlas y adaptarnos a nuevos hábitos.

El cambio dentro de una empresa debe de desarrollarse de manera conjunta, no solamente desde los directivos de la empresa. Existen varios mitos falsos sobre la capacidad de cambio en la empresa, como, por ejemplo, que los empleados juniors no saben lo suficiente como para aportar ideas en estas situaciones. Esto es falso, ya que los juniors pueden tener información sobre los procesos de trabajo y además una mente nueva y fresca para aportar nuevas ideas.

Si los empleados son capaces de actuar de manera resiliente, la empresa se convertirá en resiliente. Según Dean Robb, autor de Building Resilient Organizations, las organizaciones resilientes deben de ser “capaces de crear y disolver estructuras, proporcionar seguridad en los cambios, gestionar consecuencias emocionales del mismo, y aprender, desarrollar y crecer ante las dificultades” (Robb, 2021). Los líderes, además deben de ser conscientes de que deben delegar y dejar correr riesgos a los equipos, esto como se consecuencia se verá reflejado en los niveles de compromiso, productividad y creatividad.

En mi opinión, y según los conocimientos adquiridos durante el curso, una de las claves a tener en cuenta por parte de los líderes es que deben de apoyar 100% el cambio de cara a los trabajadores, y, sobre todo, ser transparentes con ellos. Se deben de exponer las razones, los posibles beneficios tanto para los equipos como para la organización, el tiempo y quién va a realizar la implantación de dicho cambio. Pero antes de realizar todas acciones se debe de estar completamente seguro de tener el mando de la iniciativa de cambio.

Durante el proceso, se debe de tener en cuenta que una buena planificación favorecerá a la eficiencia de recursos y tiempo. ¿Qué se debe de hacer? ¿Cuándo se debe de hacer? ¿Cómo se debe de hacer? Estas tres preguntas deben de estar bien definidas en el plan a realizar, para que el plan pueda funcionar debemos de ser conscientes de las capacidades de cada grupo para así definirle tareas adaptadas, existirán equipos que solamente deben de mantenerse informados y otros que deben de participar activamente y para ello es clave que exista desde un primer momento una correcta definición de los roles. Todo el proceso debe de ser supervisado, para poder revisar y realizar ajustes a tiempo con el fin de aprender continuamente.

Como iniciamos diciendo en este post, nuestro entorno no para de cambiar, y es por ello que ahora más que nunca las nuevas generaciones de líderes deben de tener entre sus habilidades el saber reaccionar ante situaciones de cambio dentro de las organizaciones. Si nos convertimos en personas resilientes, haremos que las organizaciones lo sean y con ello podrán ser más sostenibles en el tiempo.

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