Vivimos en un mundo totalmente globalizado, pero las fronteras entre los distintos países que forman el planeta delimitan, en su mayoría, diferencias culturales y lingüísticas. Debido a ello, las personas que trabajan en distintos países y/o con personas de diferentes nacionalidades deben desarrollar su inteligencia cultural y emocional, para así saber cómo comportarse y actuar en cada situación.
Es aquí donde surge el concepto de colaboración global en el trabajo, el cual potencia la interacción, mejora nuestra comunicación, agiliza los procesos e incrementa la eficiencia y la productividad, siempre y cuando se desarrolle correctamente. Esta forma de trabajar implica organizar, coordinar y poner a funcionar a un equipo internacional en un mismo proyecto. En los equipos existen individuos de diversas nacionalidades, cada uno o unos con sus peculiaridades (cultura, idioma, costumbres, gustos…) y debe lograrse una fluida armonía en el trabajo.
Sin embargo, existen numerosos problemas que surgen de las interacciones entre equipos con diversidad étnica y lingüística. Además de los comunes contratiempos que pueden surgir por el idioma, caben destacar diferencias educativas y culturales, que pueden acarrear malentendidos e incluso conflictos. También encontramos las diferencias horarias, que dificultan la coordinación entre países. A su vez, y dependiendo del país en el que nos encontremos, existen limitaciones o restricciones burocráticas, como son la privacidad de datos, la confidencialidad de contenidos o la prohibición de usar determinados programas informáticos. Por último, y debido a la diferentes formas de trabajar que tienen los países entre sí, los equipos internacionales tienden a dividirse y a trabajar de manera independiente, sin mantener una comunicación fluida con todos los integrantes.
A través de este método, denominado colaboración global, buscamos alcanzar seis objetivos clave:
- Generar y fomentar la confianza entre equipos multinacionales con diferentes culturas.
- Superar las distancias físicas que complican o retan la colaboración global.
- Alcanzar acuerdos a pesar de las diferencias ideológicas y culturales.
- Incrementar la habilidad de respuesta apropiada en diferentes países.
- Alinear un equipo multicultural para lograr una meta común.
- Minimizar las barrearas que crea el idioma entre colaboradores globales.
No todo va a ser malo, de hecho son más fuertes los beneficios que se obtienen de la colaboración global que los inconvenientes. Podemos resaltar, en primer lugar, la aportación de diversas capacidades por los individuos de varias nacionalidades y el aprendizaje que se obtiene al trabajar con otras culturas. Por otra parte, esta forma de trabajar hace un uso intensivo de la tecnología, que fomenta la innovación continua y la optimización de recursos. El aprovechamiento de las zonas horarios es otro gran beneficio, puesto que siempre habrá algún subgrupo trabajando, mejorando o desarrollando el proyecto, lo cual permite un avance continua y fluido.
Para generar confianza en el equipo de trabajo y ser un buen líder del proyecto se deben plasmar seis puntos de manera clara:
- Definir el éxito que se quiere lograr à establecer la visión de futuro que se quiere llegar y la misión que vamos a conseguir con nuestro trabajo.
- Buscar los socios de negociación ideales para el trabajo à hacer un correcto encaje entre lo que tenemos y lo que necesitamos.
- Considerar las expectativas de cada trabajador à encajar sus expectativas con las tareas y funciones a desarrollar.
- Establecer confianza en el equipo y su finalidad à mostrarse abierto a ayudar ante cualquier problema que pueda surgir y ayudarles en todo lo posible.
- Personalizar el enfoque del proyecto entre todo el equipo à siempre teniendo en mente cuales son las metas que queremos alcanzar.
- Mantenerse flexible y abierto a cambios à las contratiempos son parte del trabajo y hay que estar preparados para atajarlos.
Entonces, y atendiendo a todo lo mencionado anteriormente, podemos resumir que para alcanzar el éxito en una colaboración global con personas de distintos países es muy importante establecer y transmitir claramente las pautas que se van a seguir en el proyecto. El jefe o líder de proyecto, al igual que todos los integrantes del equipo, deberán usar su inteligencia emocional y realizar escucha activa para que no se generan conflictos ni malentendidos. La concentración y la diversidad en el grupo tendrán que estar equilibradas, para que no se pierda el rumbo que seguimos. Por último, es crucial transmitir confianza, felicitar por los éxitos al equipo y trabajar conjuntamente las ineficiencias que surjan en el día a día del trabajo.