A la hora de analizar los riesgos y las oportunidades de las colaboraciones globales, es normal hablar de inversión de capital, posibles beneficios, etc. Sin embargo, muchas veces no nos paramos a pensar en algo fundamental y una de las claves del éxito de la colaboración: las personas que forman parte del equipo.
Las empresas están formadas mayoritariamente por el capital humano, valioso a la vez que complejo. Por eso, cuando se proponen proyectos internacionales, es primordial que tanto los gerentes, como los colaboradores y empleados que vayan a participar en el proyecto, sean capaces de entenderse y comunicarse acertada y adecuadamente. Pero esto no siempre ocurre, y es que existen múltiples retos que hay que superar para que el proyecto se desarrolle de manera exitosa, tales como: los malentendidos culturales, la falta de confianza, las barreras lingüísticas, la distancia física, las negociaciones mal gestionadas y el alineamiento del equipo. Superar estas dificultades culturales es complicado, pero no imposible. A continuación, detallaré algunos consejos útiles para realizar colaboraciones globales.
EVITAR MALENTENDIDOS CULTURALES.
Evitar las confusiones derivadas de las diferencias culturales es posible. La solución consiste en estudiar y conocer la cultura del equipo, para adaptar nuestro lenguaje, formas de actuar… al colaborador extranjero. Para ello, debemos ser conscientes de que existen elementos visibles e invisibles (iceberg cultural).
Es en este momento en el que podemos empezar a cultivar nuestra Inteligencia Cultural, que se trata de la capacidad de entender otras culturas y llevar a cabo negociaciones internacionales exitosas, siguiendo los pasos a continuación:
- Confía en ti mismo y ten presente que puedes cometer errores, pero lo importante es aprender de ellos.
- Aprende a través de la observación.
- Adopta nuevos comportamientos, analizando el comportamiento del colaborador extranjero.
- Aprende la cultura del país leyendo novelas ambientadas en dicha cultura, viendo documentales, mediante viajes de inmersión cultural, buscando mentores nativos…
CONSTRUIR CONFIANZA.
La confianza es fundamental para que el trabajo en equipo sea exitoso. Para ello, existen algunas estrategias:
- Fomentar las relaciones entre los participantes: programando reuniones iniciales, creando líneas de comunicación online, fomentar la comprensión internacional (mensajes claros).
- Establecer objetivos compartidos: acordar los objetivos, documentar las acciones y estatus del proyecto y promover el feedback entre los participantes.
NEGOCIAR ADECUADAMENTE
Para negociar de manera acertada, es necesario comprender que existen distintas formas de trabajar y de negociar, según la cultura.
Hay culturas en las que los negociadores valoran la flexibilidad en los acuerdos, mientras que, en otras, piensan que, una vez tomada la decisión, cambiar de opinión es vergonzoso.
Por ello, es necesario seguir unos pasos para llevar a cabo la negociación:
- Dejar clara la definición de éxito.
- Conocer a los negociadores: quienes son los participantes, quién toma cada decisión, etc.
- Considerar las expectativas de cada parte.
- Crear confianza.
- Personalizar la propuesta.
- Ser flexible.
BARRERAS DE LENGUAJE.
Las barreras lingüísticas pueden ser un problema porque, por un lado, los hablantes nativos pueden sentirse impacientes porque los no-nativos tienen problemas de comprensión y cuestionar las capacidades de los que no hablan con fluidez el idioma. Por su parte, a los hablantes no nativos les ocurre que pueden tener problemas de comprensión e incluso empezar a hablar en su idioma nativo, en el que se sienten cómodos.
Para ello, se puede fomentar a los participantes no nativos a participar, crear un glosario con las palabras técnicas, evitar las conversaciones dominantes por parte de los hablantes nativos…
DISTANCIA FÍSICA.
Otro reto es superar la distancia, que causa dificultades de planificación debido a las diferencias horarias, falta de conocimiento entre los participantes y problemas de comunicación. Algunas ideas para solventar estos problemas son: ser justos a la hora de planificar la agenda, crear espacios compartidos de trabajo, solventar los problemas tecnológicos, establecer protocolos de actuación, etc.
ALINEAR LOS EQUIPOS DE TRABAJO.
Que el equipo trabaje precisamente como eso: un equipo, es necesario estar coordinados. Por ello, hay que plantear y dejar claras la visión, misión y objetivos, además de las tareas a realizar. Hay que especificar los roles y responsabilidades, las tareas de cada equipo, quien toma cada decisión y establecer reglas de toma de decisiones, entre otras.
Al final, el éxito se basa en conocer la cultura extranjera, comprenderla y adaptarse, crear un entorno de confianza y de trabajo en equipo, superando las barreras lingüísticas y de distancia. Es un trabajo complejo, que requiere paciencia, tiempo y aprender de los errores.