Con la llegada de la pandemia ha aparecido un nuevo escenario, que ha cambiado y transformado todo nuestro entorno, marcado por una gran crisis económica y social que pone en peligro al mercado laboral y productivo, los cuales ya se encontraban en una situación difícil antes del Covid-19.
Por ello, en este momento de incertidumbre y crispación se hace necesario un gran pacto social, pero para ello es necesario tener sentido de Estado, una mentalidad abierta y un alto grado de responsabilidad para poder lograr una aprobación general tanto social como política, anteponiendo el bienestar común y estando dispuestos a escuchar y negociar las diferentes propuestas e incluso, si fuese necesario, desistir de las ideas propias, con el fin último de salvaguardar los intereses sociales y así proteger un modelo socioeconómico cada vez más deteriorado. Todo ello teniendo en cuenta las leyes recogidas en la constitución.
Es por eso por lo que si se quiere llegar a dicho pacto social, político y económico no se puede reunir a partidos políticos y agentes sociales y esperar a que hagan afirmaciones, con las que dar buena imagen y retener seguidores, sin acometer realmente los problemas ni afrontar los grandes desafíos que la crisis está planteando o acentuando, entre los que se encuentran la economía, la sanidad, la educación, la tecnología, el medio ambiente o el empleo.
Por otro lado, llegar a un acuerdo nunca es fácil, pero actualmente lo es mucho menos debido a la polarización social que existe. Dicha polarización está creciendo y la culpa es de los medios de comunicación y en mayor medida de las redes sociales, ya que cada vez tienen más peso en nuestro día a día. Las redes sociales hacen uso de algoritmos, que estudian a los usuarios mostrándoles solo lo que estos desean ver, sesgando sus opiniones, y también a la rápida divulgación de noticias falsas que no pasan por ningún tipo de filtro.
Todo esto hace que la sociedad esté cada vez más dividida generando odio hacia las personas que piensan de forma distinta, lo que está favoreciendo los extremismos y está aumentando la tensión social dificultando sobremanera la búsqueda de un consenso. Para esto no sirve solo enseñar a la ciudadanía a detectar aquellos actos o comportamiento en este tipo de plataformas o campañas, ya que esta situación genera beneficios e intereses que algunos movimientos políticos y sociales no están dispuestos a erradicarla.
Es por ello, por lo que, para poder llevar a cabo un pacto social, político y económico, es necesario un pacto previo contra la polarización, que luche contra la manipulación y la desinformación a la que estamos sometidos, que evite que puedan influir en los aspectos sociales y políticos, tomando medidas legales frente a la divulgación de ideas extremistas. De esta forma se conseguiría mitigar el odio, aumentar la confianza de la ciudadanía en la labor de las instituciones y ayudar a una mayor resiliencia de la sociedad y una mayor unión ante situaciones tan difíciles como la que nos ha tocado vivir.