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Partiendo de la base de que existe, actualmente, una crisis económica y sanitaria derivada por la pandemia del COVID-19 que acentúa y acelera todo lo que se venía viendo con anterioridad, incluida la polarización política la cual está alimentada por los medios de comunicación y Redes Sociales que sobredimensionan, en mi opinión, estos extremos.
La polarización, en mayor o menor medida, está presente y por ello, es importante señalar, como bien tuvimos el honor de escuchar compartiendo foro con la vicepresidenta Ana Pastor, la necesidad de colaborar y ceder como sociedad. En este sentido, al surgir problemas reales y de relevancia, la polarización no nos beneficia y debemos colaborar como ciudadanos antes de que los problemas se vuelvan crónicos mediante el diálogo y entendimiento. Este diálogo debe tener presente ciertas premisas como el respeto de los derechos de los demás, desarrollar pensamiento crítico evitando prejuicios previos que proponen determinados colectivos sociales y, sobre todo, tener presente que la negociación política exige de una disposición generosa y empatía hacia la postura contraria. Un claro ejemplo fue la transición democrática que experimentó España a pesar de las diferentes posturas existentes de los padres de la Constitución Española.
Por todo ello, considero que es fundamental un nuevo pacto social con garantías de responsabilidad donde es base la educación. La educación, al fin y al cabo, es el pilar que sostiene lo demás y sin ella, no sería posible realizar este nuevo pacto social, bajo mi punto de vista, tan necesario en estos momentos. El pensamiento crítico necesario en las figuras políticas debe sustentarse en la educación, como bien comentaba y, bajo el respeto y la empatía, anteponiendo los intereses generales como sociedad y país, a los personales. Los españoles tenemos capacidad suficiente para poner en práctica iniciativas políticas como hemos demostrado a lo largo de la historia, por esta razón considero que este nuevo pacto sería idóneo siempre y cuando cumplan con lo establecido en La Constitución, y que son las reglas del “juego democrático” y donde queda explícitamente recogida la defensa de los derechos de los ciudadanos. Además, los políticos deben tener voluntad de escuchar a los ciudadanos y de llegar a grandes pactos. Por ello animo a que aquellas personas que quieran dedicarse a la política lo hagan independientemente de su formación previa y no para dedicarse exclusivamente de manera profesional a ello pues estos conocimientos adquiridos de manera adicional permiten que se dediquen a ello, no como medio de subsistencia económica sino por placer de construir un país mejor a través de unos conocimientos previos necesarios para realizar un pacto de grandes dimensiones como necesitamos en estos momentos.
Para terminar, me gustaría citar una frase “no seas prejuicioso y sé curioso” pues opino que evitar los sesgos ocasionados por los prejuicios son obstáculos que no favorecen a la implantación del pacto y que no benefician, por lo tanto, a la sociedad.
Como conclusión, la recuperación del país requiere de un pacto social cumpliendo las leyes, donde prime el respeto y la responsabilidad y, todo ello no sería posible sin una buena educación, tanto de los ciudadanos como de las figuras responsables de los partidos políticos que son los responsables de llevarlo a cabo.