LA EXCLUSIÓN SOCIAL, PRESENTE MÁS CERCA DE LO QUE CREEMOS

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La desigualdad social y económica en España es abismal y debemos ser conscientes de que la pobreza existe también en nuestro país y, muy cerca de nosotros, a pesar de presentarse en un concepto distinto al que acostumbramos de países en vía de desarrollo. Una vez que seamos conscientes, podremos poner cara a las personas de grupos marginales y, ayudar y colaborar como personas para que estas desigualdades se reduzcan.

En este sentido y como sevillana que soy, me gustaría mencionar que las Tres Mil Viviendas es el barrio más pobre de España. Por ello, en primer lugar, quería compartir la gran labor de la fundación Alalá que significa “alegría” en caló, el lenguaje que la mayoría de sus residentes poseen debido a la raza gitana. A pesar de la desigualdad económica que por todos es conocida en este barrio tan complicado, destaca la desigualdad social y es que, la exclusión social a veces se tiende a confundir con la pobreza y no son lo mismo.

En este barrio tan excluido tanto por la sociedad, como por ellos mismos, debido a que no conocen lo contrario a esta realidad por su nivel educativo tan bajo, pretenden a través de esta escuela de arte incluir socialmente a las personas de este barrio a través de la educación sobre otras alternativas que no sean caminos sencillos como las drogas. Y así, impulsar su crecimiento personal y su autoestima para que consigan por sus propios méritos “brillar con luz propia”.

Por otro lado, existen desafíos críticos sobre las brechas sociales que el capitalismo del s. XX ha dejado delegado en el s. XXI. Por esta razón debemos adaptarnos a estos retos cambiantes para empezar a cambiar el capitalismo social por el humanista. En este sentido, la verdadera reducción de brechas sociales se debe a la tecnología e innovación y, debemos aprovechar las herramientas digitales, ahora más que nunca, para convertir el capitalismo en humanista.

Por esta razón, la empresa privada debe poner de su parte y cumplir con los ODS, no como una estrategia de “marketing social” sino, que debe formar parte de su estrategia de negocio, en todos los sentidos, para contribuir a que el mundo sea mejor.

A pesar de que las empresas privadas tienen su relevancia para contribuir a que esto sea posible, debemos ser nosotros, la sociedad en general y, sobre todo, los jóvenes, los que nos concienciemos del problema y recibamos una educación basada en valores éticos que nos hagan aportar y no ignorarlo como si de algo ajeno se tratase.

Por ello, debemos conocer la sociedad de cerca, involucrarnos en voluntariados y solo así, siendo conocedores en nuestras “propias carnes” de la situación, nos mentalizaremos de la realidad y querremos con mayor ahínco contribuir ya que “ojos que no ven, corazón que no siente”.

La pandemia ha afectado e incrementado esta brecha, desgraciadamente. La exclusión social y la pobreza también se han visto acentuadas.

Desde aquí, animo a que los jóvenes como yo, participemos en colaboraciones solidarias, para poder concienciarnos y poner nuestro granito de arena por una sociedad más justa, igualitaria, equitativa y sana.

Bibliografía:

Fundación Alalá. (s.f.). Alalá. Obtenido de ¿QUÉ ES FUNDACIÓN ALALÁ?: https://www.fundacion-alala.org/quienes-somos/

Sandri, P. M. (25 de Enero de 2021). La vanguardia. Obtenido de La desigualdad crece en España por la covid con 800.000 nuevos pobres: https://www.lavanguardia.com/economia/20210125/6195501/pobreza-espana-desigualdad-covid-impacto-pandemia.html

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