Desde los orígenes del capitalismo, se han ido dando una serie de situaciones que han hecho que el sistema en sí vaya evolucionando para adaptarse a las nuevas necesidades y estilos de vida, y seguirá haciéndolo en adelante, pues los cambios son necesarios para poder sobrevivir.
Originariamente el capitalismo se basaba en un enfoque mucho más industrial, debido a la primera Revolución Industrial, que generó una gran riqueza a nivel europeo gracias a los productos industrializados provenientes de las grandes fábricas europeas. La gran capacidad de transformación de recursos de estas industrias fue el motor principal de la economía y de este sistema durante el siglo XIX y principios del XX.
Años más tarde se dio paso a un capitalismo financiero, que comenzó con el final de la segunda guerra mundial, y se estableció un escenario completamente nuevo, debido a este gran cambio internacional. Una de las principales características de la evolución de este capitalismo, fue la centralización del capital, surgido a causa de la necesaria aceleración económica, y fue aquí donde nacieron y crecieron grandes corporaciones que hoy en día conocemos pertenecientes al sector de la banca, industria y comercial.
Como resultado de este crecimiento masivo de la economía y de la fuerte competencia que se ha ido estableciendo en las últimas décadas del siglo XX, se favoreció que apareciesen las grandes empresas multinacionales, futo de la fusión de otras empresas y que originó un sistema dominado por los grandes grupos empresariales que ocupan un gran porcentaje del mercado, rozando en ocasiones las prácticas monopolísticas. Algunas de estas empresas o grupos que todos conocemos, están presentes en cientos de mercados y sectores diferentes, y son los que deciden el ritmo de la economía y del desarrollo de los mercados y la sociedad, cuentan con un poder inmenso.
Si bien es cierto estas mismas empresas que hemos mencionado, han ido cambiando su enfoque en los últimos años (no todas) hacia una estrategia más social, sostenible y éticamente responsable, lo que, si verdaderamente se cumple, es un gran paso a favor para el correcto desarrollo de la sociedad y de la sostenibilidad medioambiental. Pero ¿por qué surge este cambio en las compañías? Pues verdaderamente no sabemos decir un motivo concreto, pero el cambio de mentalidad causado por la preocupación del avance de amenazas para el planeta como la contaminación, las practicas no sostenibles, los desechos industriales y materiales no respetuosos con el medioambiente… sumados a la importancia que le dan los consumidores a una sociedad más respetuosa y colaborativa, hace que estas empresas vean la necesidad de cambiar su enfoque, y por defecto hace que el sistema vaya cambiando poco a poco.
Este cambio que estamos viendo últimamente tanto por la sociedad como por las grandes organizaciones, es un proceso largo y paulatino, pero que, si se consigue establecer de una forma correcta, solida, y duradera, supondrá un gran y necesario avance para frenar y conseguir reparar el daño causado al medioambiente durante siglos, y mejorar la convivencia social. La cuestión más importante es que el cambio no es cosa de los demás o de otros, sino el cambio reside en cada uno de nosotros, es nuestra responsabilidad conseguir mejorar como sociedad y hacer ver a las generaciones futuras que ellos también tendrán que seguir con este cambio para mejor si queremos conseguir perdurar como civilización y seguir avanzando en vez de retroceder.
Por eso el capitalismo actual necesita cambiar, ya que el sistema que tenemos actualmente no responde a todas las necesidades que requiere la sociedad y en mi opinión pienso que el cambio ya esta en marcha, aunque aún quedan muchos años para conseguir un sistema eficiente en estos aspectos que hemos vistos, pero no tengo duda de que si trabajamos en la misma dirección conseguiremos ese cambio tan necesario.