Hoy en día muchos de los lectores que han llegado a este post padecen de estrés, pero ¿Crees que hay maneras de gestionar tu estrés en momentos determinados? Un estudio de Harvard contempla la posibilidad de realizar ejercicios que ayuden a aliviar el estrés producido en los puestos de trabajos.
Superarte a ti mismo y dejar a un lado el estrés o agobio que te pueda producir tu trabajo trae consigo muchos beneficios, así que, ¿Qué tal si te digo cuáles son aquellos beneficios que conllevan tener una gestión del estrés en tu puesto de trabajo?
Como buenos recién graduados pensamos que las empresas buscan un perfil adecuado con sus puestos de trabajo, pero ¿Crees que ahí queda todo? NO, por supuesto que no. Las grandes empresas pretenden buscar personas que sean productivas, tengan personalidad de líder en cualquier situación que se presente, no tengan conflictos con sus compañeros, sean buenos comunicadores con sus compañeros y así una gran cantidad de características que no son compatibles con la mala gestión del estrés. Varios estudios afirman que tener una buena gestión del estrés es muy beneficioso en tu puesto de trabajo, ya que, ayudan a crear un buen clima de trabajo, tener buena relación con tus compañeros y ser mucho más eficiente en el trabajo que realizas en la empresa.
Entonces ahora es cuando viene la pregunta que estábamos esperando, ¿Cómo puedo yo gestionar mi estrés? Primero es muy importante saber el porqué tengo estrés. Responder adecuadamente a esta pregunta implica tener en mente donde se localiza el foco donde se crea el estrés. Una vez que el estrés está identificado podemos pasar a aplicar técnicas de respiración, hay personas que les ayudar tener una música de fondo y tener una posición cómoda para poder llevar a cabo de mejor manera el control de la respiración. Varios investigadores nos aseguran que tener respiraciones lentas y rítmicas ayudan a activar el nervio “vago”, que es aquel agente nervioso que se encarga de aliviar el estrés. El siguiente paso que debemos tomar es desviar tu atención del agente que te produce el estrés, es decir, focalicemos tu mente en un lugar donde te sientas más cómodo y donde estés relajado. El hecho de tener tu mente alejada del foco que detectamos con anterioridad en el primer paso hará disminuir tu estrés, de ahí la importancia de encontrar el mismo. Para poder seguir luchando con tu estrés es recomendable que centres toda la atención en tu cuerpo e intentar reconocer todas aquellas expresiones que el estado produce en ti. Para ello te podrán ser de utilidad algunas preguntas como:
- ¿Cómo se encuentra tu cuerpo?
- ¿Qué postura estás adoptando?
- ¿A qué frecuencia cardiaca te encuentras?
- ¿Qué clase de pensamientos tienes en tu mente?
Poco a poco debes de ir dándote cuenta de que estás empezando a tener el control de tu cuerpo y, por lo tanto, estás luchando contra tu estrés. La gestión de tu estrés te hace tener el control de tu cuerpo y tu mente que es muy importante para situaciones muy complejas. No solo has tenido el control de tu cuerpo, has sido una persona RESILIENTE. ¿Qué es ser RESILIENTE? Ser resiliente es ser capaz de adaptarse a los cambios que se produzcan y que te afecten a tu persona. Extrapolemos el estrés a cualquier otra situación que se pueda producir en la empresa, ¿No crees que gestionar cualquiera de tus emociones te ayuda a convertirte en ser una persona RESILIENTE? De ahí la importancia de gestionar cualquiera de las emociones que se produzcan en tu cuerpo.
Un gran amigo me decía que no había mayor regalo de alguien que una frase que te acompañe en tu día a día, pues yo os voy a regalar una.
“No son los más fuertes de la especie los que sobreviven, ni los más inteligentes. Sobreviven los más flexibles y adaptables a los cambios”, Charles Darwin.