Según la Real Academia Española (RAE), decidir se concibe como:
- Formar juicio resolutorio sobre algo dudoso o contestable.
- Hacer una elección tras reflexionar sobre ella.
Ambas definiciones tienen en común la necesidad de pensar o formar una idea sobre la decisión que se va a realizar.
Las personas cuando adquirimos experiencias tendemos a decidir de forma autónoma de forma imprudente suponiendo que el resultado va a ser satisfactorio.
¿Cómo podemos evitar este exceso de confianza a la hora de decidir?
Para ello debemos conocer los sesgos cognitivos más comunes que existen y cómo podremos evitarlos:
- Confianza en experiencias que nos resultan familiares y éxitos pasados: tendemos a actuar igual que en situaciones donde obtuvimos resultados positivos, sin formular un juicio adecuado, para la situación actual, desembocándose en un resultado negativo.
- Afinidad por el status quo: negativa al cambio en la forma de realizar las cosas de una forma novedosa pero menos obsoleta.
- Deseo de confirmar nuestras opiniones: defensa excesiva de una opinión que nos puede encajar obviando el resto de las posibilidades. Este sesgo es importante evitarlo debido a que puede acabar prevaleciendo una idea que no ha considerado de forma correcta las necesidades de los stakeholders, implicados en la decisión.
- Apegados emocionales: Vínculos afectivos a personas u objetos que impiden tomar la mejor decisión.
Con el fin de poder evitar estos errores comunes, es importante impedir que nuestra experiencia sea un obstáculo en la toma de decisiones. A veces dependiendo de la situación puede ser complicado actuar de forma correcta, por ello será importante exponerse a nueva información y nuevas formas de análisis.
Otra forma de evitar estos obstáculos es introducir más debate y desafío, podemos invitar a que otros individuos cuestionen nuestras opiniones y decisiones con el objetivo de encontrar otras perspectivas y fisuras en nuestro resultado. También podemos incluir en este proceso a un mando con un nivel superior que pueda verificar la decisión tomada, con el fin de obtener un feedback distinto.
En definitiva, debemos establecer un equilibrio entre la experiencia y lo diferente, obteniendo una neutralidad con el fin de tomar la mejor decisión.
Además de evitar este tipo de trampas, debemos ser capaces de promover que los individuos que participen en un proceso de toma de decisiones adquieran la capacidad de generar ideas de gran calidad. Para ello tendremos en cuenta los siguientes consejos:
- Promover una actitud que incite la exposición de ideas distintas, sin que estas queden excluidas por otros sin haber tenido la oportunidad de ser defendidas.
- Incitar el trabajo de individuos con intereses contrarios, sobre la toma de decisiones.
- Ayudar a que los individuos analicen la toma de decisiones desde un punto de vista distinto al que suelen estar acostumbrados.
- Disuadir los estancamientos fomentando la investigación y recopilación de mas información.
¿Qué pasos sigues en la toma de decisiones?
1- Es importante prepararte para tomar una decisión.
enmarcando la decisión que vas a realizar. Para ello deberás analizar las características de la decisión y saber cuándo debemos tomarla. También debemos analizar todos los personajes que intervienen o pueden verse afectados por las decisiones que tomamos. Debemos saber el número de stakeholders que deben ser partícipes en el proceso de toma de decisión. Esto nos dirá si el enfoque es un consenso, consenso cualificado o debe ser elegida por mayoría.
2- Evitar sesgos.
Como hemos visto antes, otro punto importante es evitar cualquier tipo de sesgo cognitivo. Además, debemos fomentar que los participantes sean conscientes de un proceso justo
3- Evaluación.
Este punto será importante ya que es la oportunidad de descubrir todos los detalles que no hemos considerado en el proceso de investigación y generación de ideas. Existen distintos métodos para evaluar una idea, por ejemplo: matriz de priorización, tabla de compensación, árbol de decisiones.
4- Elegir el momento adecuado para tomar la decisión.
Muchas veces resulta complicado dar el paso, pero puedes controlar cuándo actuar, métodos: avanzar el cierre en momento de estancamiento, punto-contrapunto, perro guardián intelectual, poner a prueba la primera elección.
5- Comunicar la decisión.
En este punto agradecerás el haber analizado a los stakeholdersinvolucrados en la decisión, pudiendo establecer una jerarquía de comunicación adecuada, siguiendo un orden como este: tu equipo, el cliente, resto de stakeholders, resto de departamentos. la comunicación en la mayoría de las veces deberá estar acompañada de información que la sustenten.
6- Aprender de la decisión tomada.
Este último paso no por ello el menos importante, al contrario, cuando la decisión tomada nos contribuye resultados inesperados debemos aprender de él y quizá nos pueda ayudar en un futuro.