La toma de decisiones como ventaja competitiva
La toma de decisiones ha sido siempre un factor fundamental en todos los ámbitos tanto de la vida personal como profesional. Podríamos decir que uno de las principales diferencias entre el éxito y el fracaso es la correcta toma de decisiones, las cuales tomamos cada día de forma más o menos inconsciente y que pertenecen a cosas más o menos importantes. Detrás de algo que parece tan simple, existe un cúmulo de variables muy grande que afectan a estas y pueden ser internas o externas, es decir, controladas por nosotros o dadas por el entorno.
Es por ello, que tal y como he podido analizar y aprender en el Menthor Harvard, la toma de decisiones se ha convertido en una estrategia propia de las empresas para tratar de conseguir una ventaja competitiva y a la vez es uno de los ámbitos más complicados a desarrollar, ya que está directamente relacionado con la forma de ser de las personas y las experiencias previas. Por todo esto, es tan importante conocer y aprender los métodos y técnicas de toma de decisiones para tratar de reducir el error al mínimo y poder ser buenos líderes organizacionales, ya que la intuición no siempre es coherente (Saaty, 2014).
Variables y proceso de desarrollo
Es importante analizar y aprender ciertas variables y componentes para ser capaces de tomar las decisiones con el mayor respaldo y capacidad de acierto posible.
- Es muy importante definir los roles, así como el proceso de decisión, para ser capaces de ser eficientes sin dejar ninguna información relevante fuera, pero tampoco alargar el proceso demasiado y entrar en parálisis por análisis. Primero debemos analizar si se trata de una situación compleja, sencilla, caótica etc. Y después el grado de conocimiento y experiencia que tenemos. A partir de ahí marcaremos:
- Quién tiene la responsabilidad y la potestad para cerrar el tema y decidir como se va a abordar.
- Quienes son los encargados de aportar la información y cual es la información vital que se tiene que analizar.
- Las personas encargadas de realizar propuestas en base a la información y los objetivos fijados.
- Los encargados de desarrollar e implementar la decisión tomada de forma eficiente y de acorde a lo definido anteriormente, para poder ver cual es el resultado.
Para poder realizar el proceso de forma correcta debemos evitar enamorarnos de nuestra propia idea y ser capaces de dividir las distintas partes del problema para poder analizar todo lo que afecta a ello y no buscar directamente la solución final.
- Una vez se han definido las responsabilidades, tenemos que tratar de ver que posibles sesgos pueden afectar al proceso y a las personas que intervienen en el. Algunos de los principales suelen ser los siguientes:
- Basarse en decisiones pasadas y en el resultado obtenido, creyendo que todas las decisiones van a resultar igual, esto puede ser peligroso ya que tenemos un exceso de confianza.
- Creernos que nuestras propuestas son siempre las correctas y no buscar los inconvenientes que pueden tener, aunque sea para hacerla más fuerte, es decir, está relacionado de nuevo con el abuso de la confianza.
- Familiarización con procesos ya establecidos. Esto quiere decir que, por la incomodidad y el miedo, evitamos realizar cambios que no saquen de nuestra zona de confort.
- Buscar aliados. Cuando tratamos de decidir algo, siempre nos acercamos a aquellas personas que piensas de forma más afín a nosotros y no nos van a cuestionar nada, lo cual hace que nos perdamos todas las otras alternativas y mejorar el pensamiento crítico.
Para tratar de evitar estos sesgos y solucionarlos, es muy importante permitir la entrada de gente nueva en la toma de decisiones que nos de un punto de vista nuevo y más objetivo. Además, es bueno siempre permitir un debate de cierre para ver las últimas posibilidades. Si a ello le añadimos que la decisión sea ratificada por alguien superior, garantizaremos eliminar gran parte de los sesgos.
Una vez tenido en cuenta todas las variables anteriores, llega la parte posiblemente más compleja que se trata de llevar a cabo la decisión de forma definitiva, comunicarla y evaluar los resultados para ver la necesidad de pivotar o no la idea. Es fundamental que todo sea justificado y explicado con argumentos a todas las personas que se van a ver involucradas para que quede evidente que se han seguido criterios objetivos y fundamentados. También debemos comentar que el gran líder no es aquel que toma grandes e impresionantes decisiones de forma esporádica, sino más bien el que toma pequeñas decisiones de forma frecuente que hace que los proyectos se dirijan correctamente (Drucker, 1967).
Bibliografía
Drucker, P. (1967). The effective decision. Harvard Business Review. https://hbr.org/1967/01/the-effective-decision
Saaty, T. (2014). Toma de decisiones para líderes. RWS Publications. https://books.google.es/books?hl=es&lr=&id=-UwSBAAAQBAJ&oi=fnd&pg=PT37&dq=la+toma+de+decisiones&ots=ZAO4vlaASL&sig=B9v1YS0XTIHNpKZ_GQrshunvi8k#v=onepage&q=la%20toma%20de%20decisiones&f=false