Vivimos en un mundo de constantes cambios, donde las empresas han de involucrarse en estos cambios para poder seguir adelante. La tecnología no es la misma que hace 10 años, ni la forma de vestir, ni la forma de pensar, ni el propio medio ambiente. Todo esto ha ido cambiando a lo largo de los años y seguirá cambiando. Pero el cambio, a bien o a mal, dependerá de todos nosotros.
En este grafico podemos ver como ha evolucionado las emisiones de CO2 procedentes de combustibles fósiles desde el año 1970 al 2020. Al igual que esta evolución de las emisiones, hay una evolución de la sociedad en diferentes aspectos (epdata, 2021).
Cada día intentamos mejorar, mediante la tecnología y la educación, para poder tener una vida mejor. Sin embargo, se nos está olvidando algo y es el daño causado a nuestro planeta tierra.
Hay una cosa que tenemos en común todos los seres vivos y es el lugar en donde vivimos. Un planeta perfectamente colocado en el sistema solar para el desarrollo de la vida. Un poco más cerca o un poco más lejos del sol, ya no estarías leyendo este artículo.
Es cierto que hace 50 años la preocupación por el medio ambiente era mucho menor ya que había otras cosas más importantes de las que preocuparse. Además, la competitividad entre productos y empresas era mucho menor.
Sin embargo, volviendo al siglo XXI, y mirando hacia atrás, podemos confirmar que muchas cosas han cambiado, y todos esos cambios han afectado directa e indirectamente a nuestro planeta y afectará a los futuros habitantes. Es por ello, que tener una empresa ética y respetuosa con el medio ambiente tendrá más rentabilidad y será más estable en el tiempo.
Considero que no está mal ganar dinero, pero hay que hacerlo bien, respetando y mirando un poco más allá del propio beneficio.
Llegados a este punto, ¿cómo podemos identificar que una empresa no está mintiendo? Hoy en día, gran parte de las empresas, por no decir todas, son competitivas y con mucha ambición y codicia. A través del marketing estas empresas pueden transmitir responsabilidad social. Sin embargo, la cruda realidad nos muestra que tan solo es una mascara para difundir la buena reputación social. Autores como Kraft, Álvarez Jiménez o Miquel Navas, han demostrado a través de estudios que los comportamientos éticos en una empresa son más rentables a largo plazo y contribuyen al éxito empresarial.
Además, otros estudios han demostrado que hay un crecimiento del valor en bolsa en un periodo amplio para las empresas que son socialmente responsable (Tad Tuleja 1987).
Tal y como dice Tad Tuleja en su libro Más allá de la cuenta de resultados: “Hay una gran evidencia de que quienes se comportan éticamente con sus diversos grupos de presión, son también quienes ganan más dinero.”
En conclusión, la sociedad está cambiando y cada vez más se demanda más transparencia y compromiso. No solo hay que enfocarse en la rentabilidad económica de la empresa, sino también en la social y medioambiental. Ser más responsable genera diferenciación y conecta más con aquellos clientes que compran conscientemente.
Cambiemos y compremos conscientemente para mejorar nuestro entorno y nuestro futuro. Olvídate de todas las razones por las que no deberías hacerlo y piensa en la única razón por la que sí deberías hacerlo.
Referencias
ÁLVAREZ JIMENEZ C. (1993) “Ética y éxito empresarial” Revista Dinero. Nº 499, pág 59.
Conceptos. Revista de Gestión y Dirección. Entrevista a Miquel Navas, director territorial del BBV (1993) “Sin una base ética no hay tejido social duradero” Septiembre-Diciembre Nº 18. Págs 4-6.
epdata. (2021). Obtenido de El cambio climático, en datos y gráficos: https://www.epdata.es/datos/cambio-climatico-datos-graficos/447
KRAFT K. L. (1991) “The Relative Importance of Social Responsibility in Determining Organizational Effectiveness: Managers from two Service Industries” Journal of Business Ethics Vol 10, pp 485-491.
TULEJA, T. (1987). Más Alla de la Cuenta de Resultados.