Paraísos fiscales: los paraísos de la desigualdad.

“Paraísos fiscales”. Podría afirmar que a todos nos suena esta palabra. Palabra que forma parte de los titulares de los periódicos en más de una ocasión y que infunde, cuánto menos, una sensación de injustica y desigualdad. Pero… ¿a qué nos referimos exactamente cuando hablamos de paraísos fiscales y qué supone su existencia?

Un paraíso fiscal es una zona geográfica que posee un régimen tributario en el que las cargas tributarias son bastante inferiores a las del resto de países.

En 1998, la OCDE redactó un informe titulado “Competencia fiscal perjudicial: Un problema global” en el que establece cuatro criterios para identificar un paraíso fiscal:

  1. Ausencia de impuestos o existencia de impuestos meramente nominales.
  2. Falta de transparencia en la aplicación de las normas legislativas o administrativas.
  3. Se permite a los no residentes a beneficiarse de ventajas impositivas, incluso si no desarrollan una actividad económica en el país.
  4. Las leyes o prácticas administrativas no permiten el intercambio de información con otros países, cuando se trata de información sobre los contribuyentes que poseen ciertos beneficios fiscales (impuestos inferiores).

Los paraísos fiscales afectan tanto a los países con altos ingresos económicos, como a los países más empobrecidos, ya que suponen, por un lado, una menor recaudación de impuestos (se estima que al año se pierden en el mundo unos 500.000 millones de dólares de la recaudación del impuesto de sociedades) y, por otro, son un elemento clave para el lavado de dinero proveniente de actividades ilícitas, debido a la falta de transparencia.

Junto con estos problemas, aparecen muchos otros. Una menor recaudación de impuestos supone para los Estados un menor presupuesto; presupuesto que podría ser destinado a invertir en sanidad, educación, digitalización, oportunidades para los grupos desfavorecidos… por lo que trae consigo una reducción en la igualdad de oportunidades, un aumento de la desigualdad. Además, que este tipo de régimen tributario favorezca el lavado de dinero proveniente de actividades ilegales, dificulta la lucha de la justicia por acabar con este tipo de negocios, entre ellos, la trata de blancas, tráfico de sustancias ilegales y de armas, etc. Negocios turbios que perjudican a minorías concretas, que la sociedad ignora o no les da la voz que necesitan.

Por estas razones, la OCDE, la Unión Europea y muchas otras instituciones, tratan de identificar estos paraísos, con el fin de reducir las injusticias que vienen de la mano con la existencia de estos regímenes. Si bien la OCDE dejó de incluir territorios en su lista de paraísos fiscales, debido a que estos se comprometieron a ser más transparentes en sus gestiones, pese a mantener sus condiciones fiscales, la UE sigue elaborando un listado, la “lista negra”. Su última actualización data en febrero de 2020 e incluye a doce territorios, en su mayoría islas pequeñas, como las Fiyi. También, dispone de una “lista gris”, en la que incluye a países que deben mejorar, como Australia o Marruecos. Sin embargo, la Unión Europea, como buena defensora de sus territorios, no incluye en este listado a países pertenecientes a la misma, como Irlanda o Luxemburgo. Al final, se deja sesgar por sus propios intereses. Por ello, varias ONG, como Oxfam, se preocupan también por esta situación y juegan un papel fundamental en la elaboración de estos listados.

BIBLIOGRAFÍA.

Redacción (21/04/2020) ¿Qué es un paraíso fiscal? El Orden mundial. Recuperado de https://elordenmundial.com/que-es-un-paraiso-fiscal/

Redacción. Cómo me afectan a mí los paraísos fiscales. Oxfam Intermón. Recuperado de https://blog.oxfamintermon.org/como-me-afectan-a-mi-los-paraisos-fiscales/

Salvador, R. S. (2007). Los paraísos fiscales y la lucha contra el fraude fiscal. Cuadernos de Formación. Colaboración, 14(07).

Sánchez, J. (25/06/2015). Paraíso fiscal. Economipedia. Recuperado de https://economipedia.com/definiciones/paraiso-fiscal.html

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