PANDEMIA ¿CRISIS INESPERADA O DESTAPE DE REALIDAD?

En tiempo de pandemia y como en toda crisis, se han manifestado penurias que tienen que pasar cientos de miles de personas ensanchando la brecha social. En este caso el golpe principal fue sanitario ahora con la existencia de las vacunas parece que hay luz al final del túnel. Pero ahora se está empezando a visualizar el golpe económico, 2020 acabó con 755.613 personas en ERTE por lo que ahora mismo existe un limbo donde un yunque está colgando de un hilo fino, tan fino como un Estado con un 114,47% de deuda sobre todo lo que produce España en un año entero. La gran mayoría de esa riqueza la genera el sector privado, el cual pasa también un momento crítico debido a las restricciones necesarias que recomiendan los expertos de la OMS para salvar la mayor cantidad de vidas. Aunque ese yunque está colgando sobre nuestras cabezas

La deuda actual es estructural y es una herencia amarga para quienes no la merecen

Yo no tengo ningún derecho ni autoridad a cuestionar las acciones sanitarias, simplemente las cumplo, pero en las económicas tengo algo de conocimiento y sobre todo razonamiento.

La pandemia ha aumentado la polarización en distribución de la renta, el índice de Gini se situó sobre los 50 puntos y disminuyó entorno a los 40 tras las transferencias del Estado que fueron posibles gracias a un aumento del endeudamiento público, posibilitado por las políticas expansivas de los Bancos Centrales que inyectaron cantidades nunca vistas en los sistemas monetarios y al visto bueno de Bruselas. El sector privado es quien soportará la carga fiscal, no solo empresas sino consumidores de forma directa e indirecta. Mientras piden esfuerzos de solidaridad a la patronal y ciudadanos siguen aumentando las cargas sobre estos. Como el aumento del Salario Mínimo Interprofesional y el mantenimiento de cargas fiscales a la vez que no pudieron abrir sus negocios. Añadiendo que el sector privado también tenía un alto volumen de deuda previa a la pandemia.

La brecha social se nutre de las crisis

Con estos datos expuestos la pregunta es: ¿Cómo podríamos intentar estrechar la brecha social y corregir problemas tan graves como que personas con empleo no puedan llegar a fin de mes? Hablando con algún y alguna propietaria de negocio que conozco lo primero que me dicen es que no entienden como han tenido que pagar cuando única y exclusivamente afrontaban gastos y en lugar de estar esperando subvenciones del Estado como agua de mayo, les hubiera venido mejor tanto a ellos y ellas como a sus trabajadores, que no se les hubiera confiscado la riqueza que ellos generaron.

Por lo tanto, si en lugar de poner el foco donde está actualmente, el Estado se apartara un poco de la confiscación dejando a los empresarios intentar buscar soluciones para el mantenimiento de sus negocios sin intervención ninguna es posible que esta crisis no fuera tan dolorosa para un modelo de negocio de país que recorre crisis tras crisis como el juego de la oca.

Hay algo que yo pienso y es el mayor poder de un trabajador productivo y sensato es obtener las condiciones laborales que se merece y sino irse a otra empresa donde sí las obtenga, pero claro eso en España es impensable por la demanda de trabajo actual en un modelo de negocio como el nuestro. Sino que se lo pregunten a las personas con formación alta que han tenido que abandonar el país.

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