El concepto de economía colaborativa es algo que cada vez escuchamos más en nuestro día a día. Aunque se trata de un concepto bastante reciente, este modelo económico se basa en el intercambio de bienes o servicios desde una perspectiva de solidaridad y de mutuo beneficio.
Podemos encontrar este tipo de economía en sectores como viajes, transportes o alquiler de viviendas. Quizá los ejemplos más significativos de este modelo económico son Airbnb, Cabify, Uber o Blablacar. Estas empresas, sin duda, han alcanzado su popularidad en los últimos años.
Este nuevo modelo económico supone totalmente una transformación de la sociedad hacia una mentalidad más sostenible y también una oportunidad de crear un sistema ético.
La economía colaborativa, nos da un enfoque de cómo vivir mejor con menos ya que se entiende que el consumo es un medio para el bienestar humano.
Existen múltiples motivos por los cuales los consumidores debemos seguir apostando por economías colaborativas. Entre todos los beneficios que nos aporta este nuevo modelo económico, supone una ayuda para combatir las desigualdades, que también se han visto agravadas durante la emergencia sanitaria que estamos viviendo.
De hecho, son varias las organizaciones a nivel mundial que están apostando por empresas de economía colaborativa. Este es el caso del BID (Banco Interamericano de Desarrollo), que considera a este tipo de empresas como el camino para que las economías en vías de desarrollo superen a las desarrolladas.
Si bien es cierto que estas empresas están en auge actualmente, también se enfrentan a diversos retos en la sociedad. En algunas ocasiones, han tenido problemas de aceptación entre los consumidores o incluso han supuesto una competencia para los sistemas económicos tradicionales. Uber se ha visto envuelto en numerosos conflictos con taxistas, y Airbnb ha recibido numerosas críticas debido a su contribución a la masificación de lugares turísticos, cuestionando así la sostenibilidad de esta empresa. Por todo esto, los próximos años son clave para la permanencia de estas economías.
A pesar de todo esto, no podemos negar que la llegada de las economías colaborativas ha supuesto un cambio para las empresas tradicionales. Uber y Cabify han hecho replantear el modelo de negocio de las compañías de transporte tradicional y Airbnb supone en muchas ocasiones una presión a los hoteles y apartamentos tradicionales.
Como ya hemos dicho, el futuro de estas empresas está lleno de retos e incertidumbre. Sin embargo, este futuro camino dependerá de todos nosotros. La mejor opción que sin duda podemos elegir como consumidores, es apostar por modelos éticos y sostenibles que supongan una ayuda para combatir las desigualdades en la sociedad.