El siguiente post tratará uno de los temas más relevantes en la actualidad, básicamente intentaré responder a la pregunta de ¿Cuál será la situación tanto social como económica de nuestro país después de las consecuencias directas del covid-19?. Bien, para ello es interesante observar cuál es la situación hoy en día, con el fin de poder prever cómo será lo que los expertos denominan como “nueva normalidad”. Este post está basado en la información obtenida durante la conferencia realizada el 7 de mayo de 2020, impartida por profesionales expertos en diferentes materias.
Como bien sabemos, si nos remontamos unos meses atrás, nuestro sistema económico dentro de lo que cabe estaba progresando y nuestra situación después de varios años de crecimiento estaba entrando en una fase de estabilización. Además, el concepto de digitalización estaba expandiéndose por todo el tejido empresarial, aunque sonaba como un proceso a realizar en el medio corto plazo, dada la dependencia a los canales offline y la poca capacidad financiera de la mayor parte de las empresas puesto que este tejido está compuesto por un 95% de pymes. Por el momento esta configuración aparentaba cierta estabilidad, hasta que la crisis sanitaria llegó a nuestro país.
Todo comenzó a principios de este año cuando pensábamos que se trataba de un problema lejano, como la mayoría, y además de quitarle importancia debido a su distancia, también se le quitó al ser comparado como una gripe común. Pero claro, nada premeditado y sin ser conscientes de la repercusión que iba a tener en un futuro próximo.
A mediados de febrero con los primeros casos en nuestro país, ya se tuvo un primer impacto al ver como algo que veíamos a través un televisor, lo teníamos en nuestro entorno y cada vez más cerca de nuestra casa.
Una vez que la situación empeoró, el gobierno no tuvo más remedio que decretar el estado de alarma en todo el territorio nacional, lo cual supuso un parón en la economía del país. A medida que las semanas han ido avanzando, la economía española ha ido empeorando debido a su configuración, sumado a la dependencia a los canales offline de la mayoría de modelos de negocio. En cierto modo, este parón ha creado un nuevo marco en el mercado nacional donde se ha puesto la digitalización como el principal objetivo para sobrevivir, acelerando todo el proceso de transformación para muchas empresas.
Como bien he destacado antes, el tejido empresarial está compuesto mayoritariamente por pymes, por lo cual este estado de alarma les ha supuesto un duro golpe a su estabilidad, incluso algunas han llegado a plantearse el cese de su actividad. La escasa capacidad financiera y su dependencia a canales tradicionales ha tenido como consecuencia una reducción casi total de sus ingresos, lo cual ha supuesto una reestructuración en su modelo de negocio con tal de adaptarse al nuevo marco. Esto último define a la perfección el concepto de mercados VUCA, y además muestra cómo vivimos rodeados de este tipo de mercados, independientemente de si son tradicionales, digitales, locales etc. La crisis sanitaria ha marcado un antes y un después en la mentalidad de los empresarios, dándoles un golpe de realidad mostrándoles cómo de rápido pueden cambiar las circunstancias y el entorno, llegandoles a dejar fuera del mercado en poco tiempo.
No todos los sectores han sufrido por igual esta crisis sanitaria, incluso a algunos han salido beneficiados dada la situación, como a las empresas puramente digitales,en concreto las e-commerce. Desde el inicio del estado de alarma, estas han incrementado sus ventas en un 55% según la página web “Ecommerce-news”, dado que su modelo de negocio se basa los únicos canales viables durante el confinamiento. Además de crecer debido a ese factor, han mostrado una nueva forma de comprar segura y eficaz a personas que eran fieles a canales offline, de este modo han logrado modificar las necesidades de los consumidores y les han dado alternativas que pueden ser interesantes para su futuro, esto puede suponer que la mayoría de estos nuevos usuarios de las e-commerce puede que se queden una vez levantado el estado de alarma.
Otro cambio desde el punto de vista empresarial ha sido que muchas de las grandes empresas han conseguido reducir el impacto negativo mediante el teletrabajo, una opción que fué aplicada como única alternativa efectiva, pero que ha obtenido buenos resultados siendo una herramienta muy productiva. Además, gracias a plataformas como zoom o skype han conseguido minimizar el gran cambio que suponía hacer reuniones físicamente a una plataforma online, de este modo, muchas empresas se han dado cuenta de que se pueden realizar exactamente igual, incluso con nuevas funcionalidades, lo cual supone un ahorro en costes de desplazamiento y de tiempo, siendo el medio ambiente el gran beneficiado.
Por otro lado, ha aparecido otro comportamiento socio-económico totalmente opuesto a la compra de productos importados a través de las e-commerce, en este caso es la de compra en negocios locales y fomento del producto nacional. Hace relativamente poco, los consumidores no valoraban de igual manera los productos locales, hasta que se han visto obligados a consumirlos. Además, muchos propietarios de estos negocios son propios vecinos y amigos, y al ver la situación económica en la que les ha dejado la pandemia surge una necesidad colaborativa, una de los puntos destacables de la cultura latina. Por otro lado, nuestro país importaba gran parte de material sanitario debido a su reducido coste de producción en el gran gigante asiático, pero este al verse restringido ha hecho que multitud de empresas nacionales modifiquen su sistema productivo para producir este tipo de materiales, incluso con mayor calidad, lo cual significa que nuestro país tiene capacidad para ser competitivo internacionalmente, factor clave para aumentar las exportaciones y así, estimular la economía nacional.
En conclusión, desde mi punto de vista, el confinamiento nos ha traído muchos datos negativos, pero la clave reside en el aprendizaje obtenido. Nos ha demostrado que nuestro tejido empresarial es débil debido a su dependencia a los canales offline y su escasa maniobrabilidad debido a su reducido tamaño, pero a su vez presenta un gran potencial gracias a la proactividad e innovación de muchas empresas. Es por eso que a través de la digitalización del tejido empresarial junto a las nuevas necesidades de los consumidores del producto local van a tener como consecuencia una respuesta efectiva y positiva en la economía nacional, que a su vez repercutirá directamente en el medio ambiente, el mejor parado de esta pandemia. Este, gracias al confinamiento se ha recuperado mostrando niveles de hace años, lo cual significa que a menor movimiento menor contaminación y es por eso que potenciar el comercio local a través de plataformas digitales es una de las mejores opciones para reducir distancias, es decir, huella de carbono, y así poder recuperarnos de la recesión en la que hemos recaído causando el menor impacto medioambiental posible. La unidad, la proactividad y la innovación junto al talento que dispone nuestro país son la piedra angular de la creación de la nueva y esperada normalidad.
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