Me gustaría comenzar con una reflexión que considero de vital importancia para el desarrollo del artículo, así como del propio desarrollo personal de un profesional cualificado. La mayoría de las personas que se encuentran en el proceso formativo e incluso en el mercado laboral desarrollando sus funciones, centran una gran cantidad de esfuerzos y energía en adquirir conocimientos, habilidades y competencias que les permitan mejorar y evolucionar como profesional y así ser capaces de lograr alcanzar sus metas y objetivos. Esto es algo que considero fundamental, pero el problema aparece cuando las personas dejan de lado un factor esencial para un máximo rendimiento: la salud. Creo que todas esas habilidades, competencias y conocimientos adquiridos dejan de tener tanta relevancia en el rendimiento cuando tu propio cuerpo establece límites provocados por el cansancio, mala alimentación o hábitos pocos saludables. Por lo tanto, me parece primordial el equilibrio entre todo lo mencionado anteriormente, ya que debe tener la misma importancia la formación y evolución y el cuidado de la “máquina” que nos permite mostrarla.
«Todas esas habilidades, competencias y conocimientos adquiridos dejan de tener tanta relevancia en el rendimiento cuando tu propio cuerpo establece límites.»
Como consecuencia del comportamiento reactivo de la gran mayoría de la población, éstos comienzan a tomar medidas sobre sus hábitos cuando desarrollan algún tipo de problema de salud. Precisamente por esta razón me parece tan importante tomar conciencia desde cuando eres una persona joven, ya que el cuerpo humano tiene memoria y tus hábitos del presente determinarán las consecuencias para tu cuerpo en el futuro. Si estableces estos hábitos cuando eres joven, te permitirán tener una carrera mucho más longeva a máximo rendimiento y, por lo tanto, serás más valorado en tu trabajo cuando vayan pasando los años. Si pensamos en este problema desde un prisma de conciencia social, solidaridad y desarrollo de la comunidad (algo que está saliendo a la luz y al debate público en estos días tan difíciles que estamos viviendo), podemos destacar que, si cada individuo toma conciencia de sí mismo en cuanto a sus propios hábitos saludables, estará contribuyendo a una sociedad más productiva, más concienciada y con un alto grado de energía. Además, si esto se produce, contribuiremos a la descongestión de nuestro sistema sanitario, al alivio del uso de los recursos públicos y, en definitiva, a una sociedad más sana.
Como es lógico, cualquier persona que quiera realizar cualquier cambio en su vida, no puede ser de la noche a la mañana, sino que debe de ser un proceso progresivo para que dichos cambios se asienten en el día a día de la persona, ya que cualquier cambio brusco y forzado no suele mantenerse en el tiempo. En este caso debe ser igual, si quieres introducir estos hábitos de vida saludable en tu vida, debes introducirlos de manera progresiva para que queden totalmente integrados en tu vida y el proceso sea natural. Además, la única persona capaz de tomar decisiones conscientes sobre sí mismo y llevarlas a cabo, es el propio individuo, ya que no sirve de nada que desde el exterior se te estimule al cambio si no estás plenamente convencido de ello. Por lo tanto, si queremos introducir este estilo de vida en nuestro día a día, debemos tener en cuenta estos dos factores: convencimiento personal e implantación progresiva y natural.
«La única persona capaz de tomar decisiones conscientes sobre sí mismo y llevarlas a cabo, es el propio individuo.»
En el On The Edge al que asistimos, se nos ilustró el concepto de Silver Economy, el cual pone en claro que, debido al cambio demográfico que experimentará nuestra sociedad en el futuro, es de vital importancia tomar medidas eficaces para paliar ese desequilibrio que nos tocará afrontar debido al envejecimiento de la población y así ser capaces de aprovechar el talento de un sector de la población que actualmente se considera inactivo laboralmente hablando. Además, esto es algo que deben tener muy en cuenta tanto las compañías y los gobiernos, como los propios individuos, ya que muchos tipos de servicios deberán adaptarse a esta nueva situación. La Silver Economy diferencia entre 3 segmentos diferenciados de personas en etapas avanzadas de la vida: Senior Activo, Envejecimiento Activo y Gran Senior.
Algo que considero importante y que también vimos en el seminario On The Edge, es la gran cantidad de productos que existen en el mercado con materiales tóxicos y perjudiciales para la salud de las personas. Esto es un tema realmente preocupante y que, a mi forma de entender, los gobiernos y autoridades de control de salubridad tienen un alto grado de responsabilidad. Por poner un ejemplo, vimos cómo las partículas de teflón pueden quedarse en el interior del cuerpo humano hasta 18 años después de su ingesta, con los riesgos que esto conlleva y, aun así, se sigue permitiendo la comercialización de productos relacionados con la cocina y la alimentación.
Como conclusión final, me gustaría destacar principalmente la toma de conciencia de cada individuo, ya que, si cada persona toma conciencia y acción sobre este asunto, juntos caminaremos hacia una sociedad mucho más sana, productiva y con energía suficiente para afrontar los problemas que el futuro nos depare. Tampoco quiero terminar sin destacar una frase que llevo dentro desde que nos la dijo nuestro querido profesor Carlos González Alonso: “Tú eres el CEO de tu propia compañía, actúa como tal”.
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