¿Éxito, dinero, reconocimiento…? ¿De que sirve todo eso si no tienes salud para disfrutarlo?
Muchas veces, dejamos que las circunstancias de la vida nos controlen. Damos poca importancia a cosas que tienen un peso relevante en nuestro futuro. Nos dejamos arrastrar por el día a día, sin tener una proyección a largo plazo de la situación. La reactividad que presenta el ser humano frente a los estímulos del exterior., es algo habitual en nuestro entorno diario.
Largas jornadas de trabajo, mala alimentación o poco descanso. Son situaciones que, a día de hoy, se encuentran normalizadas. Es cierto que, en los últimos años, se ha intentado hacer hincapié en los hábitos de vida saludable. Muchos, han visto una oportunidad clara de negocio. Es por ello, que han surgido muchas empresas de comida sana o muchas iniciativas para cuidar tu salud.
Gran cantidad de la población pone como excusa el tiempo para no llevar una vida sana. Es cierto, que las jornadas laborales cada vez son más largas y que el cansancio acapara gran parte de la energía de nuestro cuerpo. Depende de nosotros controlar esos niveles de energía e invertirlos en la productividad de nuestro trabajo. Debemos de aprender a gestionar el tiempo, de manera que la alimentación y el deporte formen parte de nuestra rutina diaria.
La importancia de cuidar la salud es un tema que estamos acostumbrados a escuchar en los medios de comunicación, pero muchas personas piensan que no va con ellos. Cuando algo no nos perjudica de manera directa, no somos conscientes del daño que nos está causando en nuestro organismo. Esto, le suele ocurrir a mucha gente. Esperan a que los problemas de salud le afecten a la realización de sus tareas diarias para ponerle una solución. A lo mejor, cuando esto ocurre, ya es demasiado tarde.
Somos humanos, y la mayoría no aprendemos la lección hasta que no nos afecta algo de forma directa. Esto es algo preocupante en la sociedad de hoy en día. Muy pocos, sobre todo jóvenes, somos capaces de tomar una conciencia seria de esto. El problema está que tenemos muy bien aprendida la teoría, pero no la ponemos en práctica. La juventud debe de cambiar esta forma de pensar y valorar la importancia de su bienestar físico y mental a día de hoy, pero, sobre todo, en un futuro.
Conforme pasan los años, nuestro cuerpo se va desgastando. Al llegar a una cierta edad, el organismo va solicitando ciertos niveles de energía para llevar a cabo nuestra actividad laboral. Debemos de buscar el equilibrio entre salud y trabajo, para poder mantener un alto rendimiento en nuestra jornada laboral. Una buena alimentación y la realización de ejercicio físico son esenciales para que nuestro cuerpo no se vea agotado fruto de la edad.
Es un dato alarmante el de que 1 de cada 10 niños de entre 13 y 23 años trabaja eficientemente a los 55 años. ¿Qué ocurre con el resto? Las estadísticas dicen que no llegaran a esa edad de una forma que les permita desempeñar su actividad laboral de forma eficiente. Esto es un gran problema porque se va a desperdiciar una cantidad de talento difícil de recuperar. La experiencia que puede tener un adulto de dicha edad, no es comparable con un joven que se acaba de incorporar al mercado laboral. Es fundamental, que los jóvenes de hoy en día se conciencien de la importancia que tiene esa situación.
La juventud es el futuro del mundo. Esto, es algo que no se nos puede olvidar, y muchas veces lo dejamos de lado. A lo largo de nuestra vida, nos dejamos llevar por modas, hábitos o malas influencias. No sirve de nada llevar un modo de vida saludable no sostenible en el tiempo. Ir al gimnasio cinco días en semana, llevar a cabo una dieta estricta y dejar de lado todo aquello perjudicial para nosotros, es algo que requiere de un tiempo de preparación. No se puede pretender realizar todas esas acciones de la noche a la mañana. Así, lo único que vamos a conseguir es que nuestro organismo no responda bien ante el cambio, con la consecuencia de que nos cansemos mentalmente y abandonemos todo lo que hemos construido en poco tiempo.
Que nos recuerden, de vez en cuando, lo importante que es la salud, nunca está de más para hacer una autorreflexión de a donde estamos conduciendo nuestra vida. Cada vez es más habitual las charlas, seminarios y conferencias acerca de temas nutricionales. Pero, no podemos olvidar que la decisión final está en nosotros mismos. Los profesionales pueden poner su granito de arena para intentar inculcar esa cultura en la sociedad joven, aunque sin nuestra fuerza de voluntad, todo ello habrá caído en vano.
El concepto de Silver Economy es algo que debemos de tener en cuenta, aunque nos parezca lejano. Las previsiones para el año 2060 son que uno de cada tres europeos tenga más de 65 años. Esto significa que, para tal año, cerca del 30% de la población pertenecerá a clases inactivas. Hoy en día, no superamos al 17%. Esto, supondrá un cambio demográfico que nos llevará a plantearnos muchas cuestiones. ¿Cómo vamos a aprovechar ese talento de población inactiva? ¿Qué productos o servicios le vamos a ofrecer a ese segmento de la población? Un sector de la población se tiene que encargar de todo eso, y muchos, ven una oportunidad de negocio.
Hemos visto como se puede dividir a la población de la Silver Economy en tres segmentos representativos:
- Senior activo (50-65 años): este segmento de la población todavía se encuentra en periodo laboral. Demandará unos servicios especializados, en los cuales se incluyen alimentación, ocio o deportes. Serán diferentes a los que puede demandar un grupo de edad más avanzada.
- Envejecimiento activo (65-80 años): este segmento de la población recién jubilada demandará una serie de actividades acordes a su tiempo libre. Muchos, todavía se sienten jóvenes y quieren aprovechar la salud que les queda. Al dejar de trabajar, quieren invertir tiempo en ellos y dejar atrás todas las cargas que han arrastrado a lo largo de su vida.
- Gran senior (80-fin): una vez alcanzada esta edad, muchos empiezan a preocuparse por aprovechar sus últimos años de vida. Demandan servicios diferentes a todos los anteriores. No podemos dejar de lado este último segmento, puesto que la mayoría están dispuestos a amortizar sus últimos años e invertir sus últimos ahorros.
A razón de lo expuesto en este On the Edge, hemos observado como las tendencias de la Silver Economy son los alimentos texturizados, los alimentos funcionales como ‘’Danacol’’, los complementos 121 y el ayuno intermitente. Tomar consciencia de lo perjudicial que es para nuestro organismo beber al mismo tiempo que estamos comiendo, ha sido otro de los conceptos aprendidos en este seminario.
La conclusión de todo esto está más que clara. El ritmo de la sociedad cada vez es mayor, pero también lo son las exigencias que esta presenta. Si los jóvenes estamos concienciados de ello, será mucho más fácil lograr una sociedad futura más sana, que permita desarrollar su actividad con su máximo potencial.
Quiero terminar mi post con esta frase: ‘’Toma cuidado de tu cuerpo, es el único lugar que tienes para vivir.’’ (Jim Rohn, n.d.).
38 respuestas de On the Edge. Nutrición y tercera edad.
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