Como empresa, estar presentes en las redes sociales no es una opción, es una necesidad. Con la aparición de nuevos canales de comunicación, la forma de comunicar los productos y la marca ha cambiado y, con este panorama, es preciso identificar a quién nos dirigimos y cómo nos dirigimos por cada canal. La mayoría de las empresas ya se encuentran en las principales redes sociales – siempre dependiendo de su sector y público objetivo – como YouTube, Instagram, Facebook, Twitter o LinkedIn. Teniendo esto en cuenta, cabe preguntarse, ¿produce esa saturación de contenido en redes una limitación a la creatividad de las empresas?
En principio, cuando se produce un cambio podemos pensar que surgen nuevas oportunidades y, con ello, nuevas acciones que las empresas pueden realizar. En este caso, la aparición constante de nuevas redes sociales y la actualización de las ya existentes nos permiten tener a nuestra disposición nuevas herramientas con las que comunicar. De esta forma, hay más terreno para dejar fluir la creatividad del equipo de marketing y hacer acciones más innovadoras. Por ejemplo, antes la red social de Instagram solo permitía subir posts estáticos que se quedaban en el feed. Desde 2016, con la aparición de las insta stories, y más tarde con la aparición de la sección de Highlights o Destacados, la creatividad de las empresas se ha disparado, introduciendo nuevos modos de conseguir engagement con su comunidad. Así se han creado desde concursos en los que es preciso compartir una insta story, hasta hilos de historias sobre un mismo tema que se guardan en un Highlight, demostrando que las redes sociales han servido como motor para potenciar la creatividad del equipo de marketing.
Existen muchas redes sociales por donde realizar nuestras acciones de marketing y muchas técnicas que se pueden utilizar para diseñar tales acciones, que precisan de creatividad. Así es el caso del storytelling, cada día más utilizado por las empresas. Hoy en día los clientes no consumen productos, consumen marcas, contenidos y estilos de vida. Aquí es donde cobra una gran relevancia la creatividad de las empresas. Mediante herramientas como el storytelling, una marca puede conseguir que sus consumidores se identifiquen con ella, aprendan de ella y hasta formen parte del proceso de creación de la marca (co-creación). Se espera que las empresas nos entreguen mucho más que el producto; se espera que nos den un valor añadido que haga que nos decantemos por sus productos. Un ejemplo de esto es el del sector de la ropa deportiva. Marcas como Lorna Jane, Lululemon o Alo Yoga ofrecen un valor más allá de sus productos. Entre sus misiones se encuentra la de empoderar a la gente a llevar una vida más saludable y activa, sin mencionar siquiera su producto principal, que es el de ropa para hacer deporte (en concreto ropa de athleisure). A través de las redes sociales, estas marcas pueden distribuir sus diversos contenidos a sus consumidores, como vídeos de clases de yoga, recetas o simplemente tips para un mayor bienestar. Por ello, demuestran nuevas formas de creatividad con las acciones que publican en estas redes.
Hay una empresa que, a mi juicio, ha demostrado una gran creatividad a la hora de comunicar a través de sus redes sociales. Se trata de Airhopping, un buscador de viajes que comenzó creando el “interrail por avión”. Esta empresa no ha visto limitada su creatividad por las redes sociales, sino al contrario, pues las redes han servido como canal para sacar acciones muy innovadoras y, en algunos casos, virales. Para empezar, todos lo años realizan en su feed de Instagram un calendario de adviento, con concursos, regalos, colaboraciones y otras sorpresas que sacan cada día. Otra acción que hicieron para introducir los viajes por EEUU, fue una escape room, desarrollada completamente a través de Instagram. Esta acción consiguió despertar el interés de muchos seguidores y fue muy entretenida para quien decidió intentar “escapar del avión”. Por último, hace poco lanzaron un reto, que se acabó convirtiendo en viral: trataba de conseguir que un tweet tuviera 100.000 retweets. Pues bien, una seguidora, a través de una historia muy emotiva, consiguió el objetivo. Todas estas acciones muestran como las redes no limitaron la creatividad del equipo de marketing, incluso demuestran que supieron usarlas para innovar y demostrar su originalidad a la hora de plantearlas.
Sin embargo, no todo es a favor de las redes sociales como tren hacia la creatividad. Con la existencia de las redes, el contenido creado por las empresas se ha disparado, hasta tal punto que están saturadas de acciones y de contenidos. Este hecho puede dar pie a copiar las acciones de otra empresa por dos razones: 1. Se ha hecho con anterioridad y hemos visto que produce resultados; 2. Al haber visto una acción, se bloquea nuestra capacidad de creación de algo nuevo, dando vueltas a algo que ya ha sido creado. De esta forma, la creatividad se ve bloqueada por la saturación de contenidos existentes.
Otro factor que puede ser limitante para nuestra creatividad es la existencia de tantas redes sociales. Pues bien, cuando se planean las acciones es necesario elegir el público objetivo al que nos vamos a dirigir y el canal por el que vamos a hacerlo. Puesto que hay tantos canales disponibles por donde difundir nuestro mensaje, este trabajo puede resultar mucho más tedioso de lo que parecía en un principio, resultando en una parálisis por análisis. El resultado último de este proceso podría ser la limitación de la creatividad que ponemos en las acciones, debido a la confusión anterior y la energía que hemos precisado para la elección de la red social idónea.
Teniendo en cuenta los puntos que se han mencionado, se puede concluir con que las redes sociales pueden limitar la creatividad, pero también pueden potenciarla si se trabaja de forma correcta y se piensa “fuera de la caja”. Para ello, es recomendable adoptar una postura de “principiante”- o mirar con ojos inocentes –, esto es, no dejar que lo que hagan las demás empresas sea tan influyente y decisorio como para bloquear nuestra propia creatividad. Por otra parte, debemos intentar no ponernos límites y retar a nuestras propias creencias, para poder llevar nuestra creatividad al siguiente nivel y conseguir sorprender con acciones disruptivas.
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