En la actualidad, la gran mayoría de jóvenes disponemos de perfiles en la gran parte de las redes sociales, debido a esto, han surgido nuevas necesidades o ansiedades como personalmente las califico. La necesidad de inmediatez está haciendo que muchas personas tengan una visión distorsionada del valor real de las cosas, además, estamos dejando de consumir los medios de comunicación/entretenimiento tradicional es, tales como son las televisiones y las radios. Es por eso que, al no tener contacto directo con este tipo de medios, no existe una confianza y fiabilidad hacia lo que vemos a través de estos, ya que toda la información que tenemos la contrastamos en internet, siendo la información igual o más tergiversada que en los medios tradicionales. Debido a esto, muchas marcas que tenían como público objetivo a los jóvenes, han tenido que elaborar una nueva estrategia de comunicación, y esta ha sido a través de los conocidos influencers.
Los influencers son personas que se han hecho famosas al compartir experiencias y opiniones propias sobre productos o servicios que a los consumidores y a ellos mismos les interesan. Estos aparecieron ofreciendo su una reseña como los propios consumidores que eran, y, además, con el fin de dotar de más información a la hora de adquirir un producto o servicio. Con el paso del tiempo, estos influencers han aumentado su número de seguidores considerablemente, gracias a la viralidad de algún contenido suyo. Normalmente estos comparten su día a día ya que esto es algo que aman sus seguidores debido a la curiosidad/morbosidad de la vida personal de las personas influyentes, y, además, esto hace que se estreche el vínculo entre el influencer y su seguidor, creando un entorno cercano y de confianza, en términos empresariales, fidelizando el potencial cliente. Una vez alcanzado un gran número de seguidores fieles, las marcas se dieron cuenta que toda recomendación que hacía un influencer, de inmediato tenia una gran repercusión, y como bien sabemos, hoy en día uno de los principales motivos de compra son las recomendaciones.
Desde entonces, las marcas han estado utilizando a estos “influencers” para promocionar sus productos/servicios, pero, como bien sabemos, los consumidores de hoy en día son extremadamente detallistas, informados, y en busca de nuevas experiencias. Esto ha creado una reciente desconfianza hacia los influencers genéricos, debido a la clara manipulación de sus recomendaciones, y los escándalos que rodean a estos, como, por ejemplo, los videos donde se “caza” a estos criticando las marcas que patrocinan, o directamente burlarse de la ignorancia de los seguidores. Esto, sumado a la masificación de influencers buscando vivir ese tipo de vida, ha generado una desconfianza total por parte de los seguidores, aunque actualmente existen ciertos influencers con mucho “engagement”. Al fin y al cabo, son como las empresas de hoy en día, a mayor transparencia, ética y valores compartidos, mayor repercusión positiva tendrás. Si tuviera que generalizar diría que los influencers hoy en día es otro “bluf” de la comunicación, ya que este tipo de consumidores están saturados de información y, además, el método empleado no es el adecuado, me explico. Como consumidor de material audiovisual de creadores de contenido, considero que hoy en día hay una sobreexplotación de estos, hasta el punto de promocionar productos contrarios a sus valores e ideas, sin darse cuenta de que son influencers porque son “únicos” en lo suyo y sus seguidores así lo expresan mediante “likes” o comentarios e incluso mensajes directos. Puedo llegar a entender que para vivir de las redes sociales en ocasiones debes hacer publicidad de productos o servicios que jamás adquirirías, pero de ahí a aceptar todo tipo de promoción hay un gran mundo, y de ese tipo de decisiones depende el número y la fidelidad de los seguidores. En mi opinión, el éxito reside en la personalidad y la originalidad, ya que, cuanto más fiel eres a un tipo de cosas y más lo muestras a tus seguidores, más “engagement” vas a tener con tus seguidores afines, de lo contrario, podrás tener muchos seguidores, pero muchos de estos volátiles.
Esta nueva situación ha conducido a nuevas marcas a redirigir su estrategia de comunicación, debido a la poca rentabilidad que generan los influencers. Dado este nuevo marco, algunas marcas han decidido “puentear” a los infuencers e ir directamente al consumidor, mediante experiencias personalizadas de todo tipo, porque, como bien sabemos, hoy en día todo producto debe aportar un servicio integrado debido a la alta competitividad existente. Otras marcas han aprovechado la fidelización de miles de seguidores a sus correspondientes influencers y han creado experiencias en las que acerca el creador de contenido a sus seguidores ya sea mediante firma de posters, torneo de videojuegos etc. Un ejemplo de ello son las productoras de cine, estas, cuando hay un estreno contactan con un influencer del ámbito audiovisual para que promocione su película y además la empresa le ofrece dos pases para el entreno, uno para él y otro sorteado entre sus seguidores, con el fin de que los consumidores conozcan la película y además se llevan la experiencia de haber conocido a su ídolo.
Ahora bien, ¿Es realmente eficiente este tipo de comunicación? En la actualidad con los grandes influencer sí, pero es importante recalcar el entorno VUCA en el que vivimos, es decir, estamos rodeados de cambios instantáneos, donde nuestras necesidades van variando en función de las tendencias y las comunidades, y, por tanto, lo que hoy funciona puede que mañana ya no, de este modo las empresas deben tratar de anticiparse en cuanto a los métodos de comunicación se refiere, porque como bien sabemos, por muy bueno que sea tu producto o servicio, si la comunicación no es buena, de poco sirve.
40 respuestas de ¿Los ifluencers son otro bluf de la comunicación?
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