Durante las últimas décadas el sistema consumista y el abaratamiento de la cadena productiva -junto a nuestro nuevo vertiginoso estilo de vida- ha contribuido a cambiar el paradigma de producción y consumo de alimentación hacia un modelo insostenible.
Sin embargo, está forma de entender el mundo desde hace un par de años hasta el día de hoy ha cambiado. Esta nueva tendencia que rompe con el anterior paradigma se llama #Realfooding con toques de eco-sostenibilidad.
¿En qué consiste ser #realfooder?
Básicamente es volver a comer comida de verdad y conocer el origen de los productos. Cuando decimos de verdad nos referimos a aquello que no está procesado y es de origen natural. Ya no nos referimos a comer sano o tener una dieta mediterránea, sino conocer la procedencia de esos alimentos que componen nuestra comida debido a que no sabemos si están procesados o no.
Profundizando un poco más en este concepto podemos afirmar que hay una serie de alimentos que se considera que no son comida real. Un ejemplo claro de ello son los alimentos que se producen de manera industrial a partir de sustancias sintéticas o han sido utilizadas una serie de técnicas de procesado industrial para que resulten más atractivos para el consumidor. A su vez, debemos tener en cuenta también aquellos que tienen impacto directo negativo hacia nuestra salud (básicamente alimentos no saludables). Ojo, también debemos tener cuidado con los aditivos, los niveles de sal, los azucares añadidos, aceites vegetales o harinas que han sido refinadas.
¿Qué tenemos que intentar consumir frente a los anteriores alimentos?
La nueva forma de entender el consumo alimentario actual quiere promover alimentos reales que además podemos conseguir cada vez más fácilmente. Los productos como las frutas, verduras, hortalizas y frutos secos son básicos como idea del cambio y además es muy recomendable comprar siempre productos de temporada ya que no necesitan usar químicos conservantes para alargar la caducidad del producto debido a que la cadena productiva/logística es local.
Además de estos productos principales se recomienda comer alimentos procedentes del mar -aun sabiendo la gran cantidad de plástico que contienen- como puede ser el pescado o el marisco. También se recomienda comer gran variedad de legumbres y tubérculos, así como huevos frescos que tengan procedencia sostenible.
Igualmente, deberemos de complementar nuestra alimentación con semillas, hierbas y especias que harán que nuestras comidas principales sean mucho más variadas y saludables.
Finalmente, los desayunos ya no los podremos entender más sin leche fresca acompañada de cereales de grano 100% integrales, en el caso de que no nos guste la leche o tengamos intolerancia siempre podemos hacernos un buen té o café.
¿Tiene algo de negativo?
Tenemos que considerar que todo aquello que se critica es posible que no sea del todo malo. La sociedad al no tener la suficiente información -o desconocer que existe- suele criticar los procesados afirmando que son todos malos cuando realmente no es así. Hay que tener en cuenta que todos los procesados no son malos y que muchos son necesarios para la conservación de los alimentos. Un ejemplo de procesados buenos son las conservas de pescado, de leche, legumbres, aceite de oliva, yogures, verduras o frutas que no tienen riesgo para nuestra salud a corto, medio o largo plazo. El problema que encontramos es que generalmente no somos expertos en la materia y por lo tanto nuestra vara de medir o nuestro criterio es demasiado básico o simple.
También podemos confundir el concepto de #Realfood con el concepto de hacer dieta ya que no es el objetivo que pretende. La comida real engorda también, pero esas calorías son saludables y por lo tanto no tiene relación con el concepto expuesto.
Básicamente tenemos que ser críticos con lo que comemos y buscar los orígenes de estos productos para garantizar además de una cadena de valor responsable una mejora de nuestra salud.
Además, debemos siempre de tener una mirada crítica sobre todo lo que nos dicen, ya que muchas veces también la desinformación que existe en internet puede hacer que decidamos mal a la hora de elegir un producto realfood.
¿A quién puedo seguir en las Redes Sociales para empezar en este mundo?
Hay miles de #realfooders debido a la actual tendencia, pero, sin embargo, me gustaría recomendar seguir en las redes a la finalista y ganadora de Masterchef 6 Marta Verona, que actualmente sale también en el programa de Saber Vivir. Marta Verona es dietista y nutricionista -teniendo un máster de cocina en Basque Culinary Center y además es investigadora en gastronomía en la Universidad Complutense de Madrid.
En su Instagram -@martamchef6– podemos ver una serie de recetas que nos ayudan además de a empezar a comer bien a aprender a hacerlo ampliando nuestros conocimientos en la cocina. Marta cuenta con más de 400 publicaciones donde nos explica la receta en la descripción y los pequeños trucos a tener en cuenta para su cocinado. Por otra parte, también suele publicar todos los días en sus instastories recetas en las cuales puedes participar mediante encuestas donde Marta te da a elegir que tipo de receta queréis que explique o realice. Esto es muy interesante ya que consigue generar engagement con sus usuarios y a la vez, estos se ven motivados hacia el camino de la comida saludable.
Es por esto que recomiendo encarecidamente empezar a seguir al menos una persona de confianza que os pueda abrir el camino para conocer mejor el concepto de #realfood y además -y como es el caso- combinarlo con el mundo de la gastronomía que tan de moda está en los últimos años.
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