Actualmente disfrutamos de una gran cantidad de información, provocando una sobrecarga de la misma y haciéndonos pasar por alto lo realmente valioso que se nos brinda. Los humanos solo somos poseedores de un bien desde que somos concebidos hasta que perecemos: nuestro cuerpo. Por desgracia, lo hemos olvidado en pos de la materialidad.
¿Qué es el progreso? ¿De qué nos sirve? Los humanos trabajamos y nos desarrollamos con el objetivo de obtener facilidades para que el mundo vaya a mejor, reduciendo procesos y optimizando resultados, buscando que nuestras vidas se vean beneficiadas. El problema reside en que, para lograrlo, muchos de nosotros estamos sacrificando lo que queremos ver beneficiado y por lo que peleamos.
¿De qué sirve optimizar procesos y lograr que la sociedad viva mejor y más tranquila si a la vez nos volvemos más sedentarios? ¿De qué sirve tener información sobre todo lo que nos rodea si no aprovechamos las libertades que nos brinda para cuidar lo más preciado que tenemos? Sin salud, nada más importa, y por comodidad y vagueza, nos hemos olvidado de ello.
Nuestros hábitos alimenticios se ven perjudicados por nuestros frenéticos estilos de vida: trabajos hasta última hora, cuidar de la familia, ir a comprar, etc. que unidos al creciente sedentarismo de nuestra población, resultan en datos nefastos acerca de enfermedades y problemas evitables. El 90% de las enfermedades cardiovasculares son evitables. Este dato, unido a que la mayor causa de muerte en España son las enfermedades cardiovasculares, implica que no estamos cuidando de nosotros mismos como deberíamos.
El mayor causante de enfermedades cardiovasculares en España es el tabaco, seguido de cerca de las malas prácticas alimenticias. Es por esto que, además de la fuerte concienciación social que se aplica para evitar el consumo de tabaco en la población, debemos propagar mensajes que aclaren la verdadera importancia de una buena dieta en detrimento de los productos ultraprocesados.
Real Food
Para dar respuesta a la imperante necesidad de alimentarnos mejor, quiero introducir el tema de la Real Food.
El movimiento Real Fooder consiste en comer comida natural o muy poco procesada, rechazando por completo todo tipo de producto ultraprocesado, productos con gran cantidad de componentes elaborados a partir de sustancias derivadas de otros alimentos y que difieren mucho de su aspecto original. El motivo de esta restricción es la directa relación entre un alto consumo de productos ultraprocesados y las enfermedades cardiovasculares y obesidad.
A nivel personal, siempre he mirado con escepticismo las dietas al existir gran cantidad de mensajes contradictorios entre profesionales de la materia, pero el movimiento Real Fooder no se trata de una dieta o moda, sino de una manera distinta de entender la nutrición.
No se buscan dietas perfectas, sino comer variado y sin restricción alguna más que los productos verdaderamente nefastos para la salud en el largo plazo aprovechando la obligatoria transparencia en el etiquetado de los productos, discriminando entre ultra procesados y los procesados saludables, aquellos que consumimos casi igual que como “nacen de la tierra”, como las legumbres en bote o los panes integrales 100%.
¿Dieta mediterránea?
Un buen ejemplo de Real Food es la propia dieta mediterránea. España es el país con mayor esperanza de vida de toda Europa, dato que se explica, entre otros factores, a los buenos productos que producimos y consumimos en el país. La riqueza en vegetales, frutas, grasas saludables, pescados, huevos, legumbres, aves, carnes blancas y un consumo moderado y limitado de carnes rojas y productos lácteos es una exquisita y saludable forma de disfrutar de nuestros platos.
Al producir nacionalmente, los productos son de bajo precio, facilitando que las desigualdades económicas no pesen tanto a nivel de salud en comparación al resto de países de Europa. Sin embargo, a pesar de disfrutar de una de las esperanzas de vida más longevas del mundo, los españoles de avanzada edad también sufren más enfermedades crónicas y viven con limitaciones en la vida cotidiana que la media europea, además de sufrir con mayor frecuencia de depresión.
Por lo tanto, no podemos conformarnos con nutrirnos correctamente para mantenernos saludables, debemos llevar a cabo diversas actividades si queremos disfrutar de la mayor salud -tanto mental como física- posible.
Hábitos saludables
Además de aprovechar las virtudes que nos brindan los alimentos naturales, debemos tener hábitos de ejercicio y de descanso para maximizar nuestra capacidad para actuar.
Hacer ejercicio no solo mejora nuestra condición física, sino que libera endorfinas que ayudan a disminuir el dolor y aumentar el bienestar. Además, los largos periodos de tiempo que pasamos sentados deben ser reducidos, intercalando ejercicios para evitar una posible trombosis venosa.
En relación al descanso, no aprendemos sin sueño. Además de permanecer largos períodos estáticos, no descansamos tanto como deberíamos por lo que no creamos conexiones neuronales nuevas, desperdiciando el tiempo que hayamos invertido en aprender al no verse reflejado neuronalmente. De la misma manera, una sobrecarga de ejercicio sin descanso puede acabar castigando a los músculos. Sin descanso no hay crecimiento ni físico ni mental. El querer correr nos puede hacer, irónicamente, ir más lento.
Como ejemplo, el caso de mi madre es una muestra de cómo una correcta aplicación de las virtudes de la alimentación influye directamente sobre la salud. Fue diagnosticada con artritis a una pronta edad, y se le recetaron diversos antiinflamatorios para retener los efectos de esta enfermedad crónica. Al no querer tener que medicarse a diario desde tan joven, buscó posibles soluciones naturales, y encontró que haciendo ejercicio e ingiriendo una mayor cantidad de capsaicina, encontrada en pimientos picantes, se frenaba el avance de la enfermedad y reducía el dolor, logrando retrasar la necesidad de medicarse.
¿Qué quiero decir con esto? Tanto la salud como la enfermedad entran por la boca, la alimentación es una moneda de dos caras y nosotros elegimos de qué lado va a caer. Ahora que además tenemos la información de las capacidades de cada alimento, podemos elegir la correcta.
Me ha gustado mucho tu artículo. En nuestra consulta nutricionista tratamos de hacer pedagogía e inculcar a los pacientes de la importancia de llevar unos hábitos saludables, además de una dieta equilibrada. Todo suma para tener un mayor bienestar en la vida.