Desde ESIC Business & Marketing School, el pasado 12 de febrero, tuvimos la oportunidad de vivir en primera persona un debate sobre un tema de especial relevancia para el futuro de la sociedad y de la economía. Con motivo de la celebración de la segunda sesión On The Edge, contamos con la presencia del Doctor Miguel Rebollo, científico especializado en Inteligencia Artificial; del Doctor Javier Oliver, ingeniero en telecomunicaciones y experto en empresa tecnológica, siendo socio y gerente de una empresa especializada en Inteligencia Artificial, también contamos con la presencia de Hugo de Juan, que intervino como moderador del debate.
El termino Inteligencia Artificial hace referencia a la inteligencia llevada a cabo por máquinas. Como explicaba Miguel, este término nace cuando aparecen los primeros ordenadores. Hizo referencia al Test de Turing, una prueba que consiste en evaluar la capacidad de una maquina de manifestar un comportamiento inteligente, similar al de un ser humano. El procedimiento consiste en que una persona evalúa conversaciones entre un humano y una máquina especialmente diseñada para generar respuestas verbales fluidas. En el caso de que la persona que evalúa no sea capaz de distinguir entre el humano y la máquina después de cinco minutos de conversación, la máquina habría pasado la prueba. Hasta fechas recientes, ninguna máquina había sido capaz de superar este test. Los videojuegos han sido los primeros en pasar la prueba. Esto indica que el usuario no sabe si está jugando con una persona o con la propia consola.
Javier nos explicaba que la habilidad de las máquinas para mostrar cierta Inteligencia se basa en un software que los humanos hemos configurado de una determinada manera para que sea capaz de reaccionar a determinados estímulos, los cuales funcionan debido a los datos que incluimos en este software. Por lo tanto, la inteligencia Artificial depende de los datos y esta estará allá donde haya datos. El caso es que siempre ha habido datos pero ahora tienen una relevancia especial porque hemos descubierto que nos pueden ser de gran utilidad, por lo tanto los estamos midiendo y clasificando, lo cual nos da la oportunidad de implantar la inteligencia artificial. Las innovaciones en IA dependerán de el desarrollo de nuevos algoritmos o formas nuevas de relacionar los datos, que todavía no existen.
Lo cierto es que cuando un humano no sabe cómo resolver un problema utiliza IA, que debido a la capacidad de datos que puede manejar, tiene la capacidad de resolver ciertos problemas mejor que las personas. En este punto hablamos de eficiencia, ya que la IA utiliza menos recursos para la resolución de un problema, que quizá un humano podría resolver, pero requeriría de más recursos, como el tiempo o el esfuerzo. Este ejemplo refleja que cuando el volumen de datos es muy extenso, los ordenadores superan a los humanos. Sin embargo, un caso curioso es el juego del ajedrez. Los humanos ganamos a las máquinas en este juego debido a que estas no son capaces de generar todas las posibles alternativas o jugadas.
Con todo esto, surgen una serie de preguntas como ¿cómo puede fallar la inteligencia artificial? Pues bien, como hemos visto, la IA no depende del algoritmo en sí, sino que depende de los datos. Por lo tanto, la calidad de los datos es fundamental y si se insertan datos sesgados, el resultado también lo será.
Otra pregunta que podemos plantear es ¿puede la IA resolverlo todo? Hasta que no tengamos recopilados todos los datos, no. Sin embargo, la IA sirve para mejorar nuestra calidad de vida y para resolver eficientemente ciertas cosas, pero no es la solución a todos los problemas.
Una función donde la IA puede aportar gran valor es en el diagnóstico médico. Si comparamos la experiencia de un médico con todos los datos que la comunidad de médicos pueden almacenar de historias de usuario, obtendríamos una herramienta poderosa que nos permitiría tomar mejores decisiones en los diagnósticos. Por ejemplo con el cáncer. Se prevé que en un futuro esta sea una herramienta muy provechosa.
¿Qué nos depara el futuro? ¿Cómo puede evolucionar la IA a 30 años vista? Pues bien, los expertos afirman que vamos a experimentar enfoques mixtos, donde el humano tendrá una labor indispensable, haciendo aquello que una máquina no puede hacer, pero la máquina destacará en aquello donde supera al humano. Por lo tanto, cada uno se especializará en aquello en lo que es mejor.
¿Cómo se aborda la ética alrededor de una tecnología tan disruptiva? Por ejemplo ¿es ético que una máquina tome decisiones a nivel de selección de CEOS, donde los datos que se han introducido en el algoritmo de decisión son provenientes de hombres blancos? ¿qué elegirá esa máquina? Otro ejemplo sería la conducción sin conductor, peligrosa por el hecho de que delegamos a las máquinas el poder de tomar decisiones. En caso de accidente, ¿deberíamos dejar a la máquina decidir si atropellar al peatón o estrellar el automóvil? Pues bien, lo fundamental es que las decisiones finales sean tomadas por los humanos. La máquina no es más que una referencia o una herramienta más, pero no puede sustituir el juicio de la persona.
En cuanto al empleo, ¿Cómo afectará la IA en el futuro? Ejemplos de trabajos que se podrían sustituir por máquinas son puestos de mandos intermedios o menos cualificados, con la ventaja de que los trabajos peligrosos ya no tendrán que ser afrontados por personas sino que lo harán las máquinas. Estos cambios, según nos comentaba Javier, nos beneficiarán ya que se mejorará tanto en productividad como en eficiencia. Este hecho supondrá que las fabricas producirán más cantidad o volumen, con menos recursos. Pero no necesariamente esto eliminará puestos de trabajo. Sino que más bien habrá un cambio en los tipos de trabajo. No debemos preocuparnos ya que las máquinas no van a sustituir a las personas.
En cuanto a las empresas, ¿por que hay algunas que no están implementando la Inteligencia Artificial? Entre otras cosas se puede deber a la rigidez en un cambio de mentalidad, ya que a las empresas que les va bien creen que no tienen porque cambiar, pero la verdad es que si no se adaptan a este cambio, se quedarán atrás por ser menos eficientes que sus competidores. Por otro lado, otras empresas desconocen como se aplica esta nueva tecnología, puede ser que por falta de herramientas de digitalización.
Lo cierto es que nos encontramos muy cerca de un punto de disrupción donde las cosas van a cambiar muy deprisa. Lo que debemos hacer es adaptarnos a este nuevo paradigma, ya que la IA es una realidad que va a cambiar los puestos trabajo así como los perfiles requeridos. Es cuestión de ver la oportunidad y de formarse para ello.
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